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Foto antigua de embarcaciones en el puerto castreño. Colección particular Jesús Garay
Pasión por la mar

Pasión por la mar

Las ballenas suscitan temas apasionantes y de nuestro pasado ballenero aún quedan reminiscencias orales en los hogares castreños

Javier Garay

Castro Urdiales

Miércoles, 7 de abril 2021, 17:39

El Diccionario Histórico de los Artes de Pesca Nacional, Publicado en 1790 por don Antonio Sañez Reguart, cuando la ballena ya había dejado nuestras costas, y desaparecida en sus últimos reductos del hemisferio norte, plasma a los balleneros vascos con indumentaria o faena de trabajo, muy parecida a la usada por los holandeses. La verdad que creo un poco fantaseado este apartado del libro.

Buena parte de lo reflejado en estas líneas, se podrá atribuir a mi interés por el mundo de la mar, mis estudios marinos y principalmente como producto de los cuarenta años de profesional en el difícil arte de marear, en los que he pescado en el épico Mar Cantábrico, atravesado los océanos del globo, y trabajado en construcciones marinas, ganando terreno a nuestra quejumbrosa mar norteña; que se ha cobrado tributo humano, en buena parte de compañeros de trabajo y ha maltratado mi cuerpo en infinidad de ocasiones. Todas estas circunstancias unidas han creado en mí una sencilla psicología marina y una pasión enloquecedora por la mar y todo lo que la rodea.

Escribiré, a veces quizás sin orden, con la curiosidad y la incertidumbre de mi visión del mundo marino y una de sus grandes criaturas con pulmones. Intentaré que nada quede al azar en mis pretendidas manifestaciones y que puedan ser analizadas con curiosidad y rigurosidad por los lectores que intenten leerme. Y, sobre todo, quisiera reflejar una incógnita historia, perfectamente unida a las dudas que me puedan plantear. Lo que nunca haré, será tratar de confundir, y solamente plasmaré lo que a mi entender pudo ser.

Las ballenas suscitan temas apasionantes y de nuestro pasado ballenero aún quedan reminiscencias orales en los hogares del mundo de la mar en Castro. Nuestro escudo tan representado en la cultura del pueblo, nos la recuerda con persistencia.

La mar es un mundo en el que todo se debe sobredimensionar. En la mar existen los marinos, pescadores, marineros, navegantes y un sinfín de categorías náuticas que nada tienen que ver unas con otras, porque si realmente analizamos el sentido de la mar en toda su intensidad, hay que explicar que la misma mar te ofrece la herramienta que en ella has de usar. El mundo marino es una auténtica ferrería natural, donde se encuentran todos los útiles necesarios para desarrollar el trabajo, y el mejor marino es quien mejor sabe interpretar esa herramienta que la mar pueda ofrecerle en el momento más necesitado; la brisa, corrientes, olas, marejada, y todos los demás elementos marinos, si se usan con conocimiento, se pueden convertir en la mejor arma, tanto si se dedican con fines de pesca, navegación de comercio o la misma guerra. Las manos del marinero deben de ser las que empuñen esas herramientas que ofrece el medio, y si la mente está en simbiosis con ellas, tendremos un gran hombre de mar: manos para maniobrar y mente para aprovechar los elementos.

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