Dos heridos leves en un encierro que tuvo toros para todos en Ampuero

Como ya ocurrió el viernes, los bravos hicieron el recorrido de ida separados de los bueyes y distanciados entre sí, lo que permitió a los mozos meterse en medio de la manada. Desde primera hora de la mañana se notó que la afluencia de corredores y aficionados iba a ser superior a la del viernes. Y eso que, a pie de calle, el encierro ampuerense ha sufrido una transformación importante en el último lustro. La juventud local se ha animado en masa a ponerse delante de la cara del toro, la media de edad se ha reducido drásticamente y el porcentaje de mozos llegados de fuera ya no es el predominante. Con todo, este sábado había aficionados llegados de Salamanca, de Palencia (desde donde había aterrizado una despedida de soltero de la localidad de Astudillo), de Madrid, de Navarra o del País Vasco. Una amalgama de regiones unidas en su pasión por el festejo popular.

El turno en la calle era para los toros preparados para el concurso de recortes vespertino del hierro de Hoyo de la Gitana. De origen Santa Coloma vía Graciliano, de La Nogalera saltaron seis animales negros, astifinos y con hechuras que devuelven el trapío al encierro ampuerense. Ya en la vuelta los mansos volvieron a marcar el ritmo, aunque esta vez los de Hoyo de la Gitana los siguieron a una distancia más corta y a un ritmo que hizo las delicias de los participantes.

Carreras apretadas, ajustadas y propias de localidades en las que los corredores acuden a disfrutar. Que está bien, pero tampoco es lo habitual a orillas del Asón. El último tramo las reses apretaron, los mozos se arrimaron más y los servicios sanitarios tuvieron que intervenir para sanar un corte en la boca, que requirió de puntos, y varias contusiones sufridas por un joven al entrar a la plaza. Gajes del oficio, de una pasión tan imprescindible como imposible en la que es tan fácil gozar como sufrir. Y es que si a cualquiera de los que pisan el asalto durante las carreras alguien les pregunta por qué lo hacen, probablemente ninguno tenga explicación.

Un encierro más atractivo que el del viernes, pero al que faltó el picante necesario para recordar a los que han convertido Ampuero en uno de los destinos favoritos de todos los corredores de la zona norte de España.

A las doce del mediodía las tres últimas bombas marcarán la salida del encierro que cerrará las fiestas. Estará protagonizado por los toros de Romao Hermanos y Albarreal que, posteriormente, serán lidiados a partir de las 18.00 horas por Guillermo Hermoso de Mendoza, El Cordobés y Manuel Escribano. Un festejo que ha levantado gran expectación en la villa y que supondrá la despedida de Manuel Díaz de los ruedos cántabros.

Junto al de Alcalá de Henares estará en La Nogalera un torero como Escribano, que llega tras tocar pelo en Bilbao y que es especialista en corridas duras y en triunfar en plazas grandes.