Una «plaga de ratas» asedia varias calles de Castro

Ya hace más de un año que los vecinos de la calle Morales Erostarbe de Castro Urdiales denuncian la presencia de numerosas ratas por la zona. Un problema que aún hoy no tiene solución, ya que los roedores pululan a sus anchas por los contenedores. «Tiramos la basura con miedo y asco. Muchos incluso eligen otras zonas para desecharla porque aquí hay ratas hasta dentro de los contenedores», declara Enrique Cantero, uno de los vecinos del área comprendida entre las calles Primero de Mayo y Morales Erostarbe que sufre una «plaga de ratas».

Según explica, el foco se ubica en una finca «abandonada y llena de maleza» cercana a varios bloques de viviendas, y los roedores salen de sus nidos hacia los contenedores de basura en busca de comida. «A veces vas a tirar los residuos y te encuentras cuatro ratas por allí. Salen incluso de las ruedas de los coches o de las rampas de los garajes. Hace un tiempo me encontré una rata muerta en mi trastero después de haber pasado unos días fuera», recuerda. Asimismo, advierte sobre los posibles problemas de convivir con estos roedores que «portan enfermedades y podrían morder a algún niño».

«Por las noches desde mi terraza se oye cómo se mueven entre la maleza, está lleno de ratas. Es una situación tercermundista y surrealista, y no es de ahora. Llevamos más de un año denunciándolo», indica este vecino, que asegura que ya han comunicado al Ayuntamiento la «insostenible» situación en repetidas ocasiones para que ponga fin a la plaga, pero «la finca sigue sin limpiarse por la absoluta desidia de los responsables».

En este sentido, apunta que la solución es «muy sencilla» y pasa por desbrozar la finca y eliminar la maleza y los nidos de rata. Por su parte, la titular de la Concejalía de Medio Ambiente, Virginia Araceli Losada, ha garantizado en declaraciones a El Diario Montañés que «los avisos de este tipo de los vecinos quedan registrados cada semana y todos los jueves una empresa de desratización actúa sobre las zonas con veneno», aunque destaca que «desde que la rata come el veneno hasta que surte efecto y desaparece pasados unos días, no es instantáneo».

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