Podemos e IU reclaman medidas «inmediatas» en el autobús desde Castro a Santander y Laredo

Las dos formaciones han recordado que en el año 2016 se planteó en el Parlamento un estudio que publicó la Universidad de Cantabria en 2018 sobre este tema. Ahora, afirman que se ha encargado otro estudio, «el mismo que ya se aprobó en 2020, pero que realmente no se hizo».

En ese año, dicen, se fijó un plazo máximo de cuatro meses para mejorar las comunicaciones que unen Castro con Laredo y Santander, «pero ahora se vuelve al punto de partida. «Una simulación donde el único pretexto es mostrar interés sin el fin de querer solucionarlo». Es por ello que urgen «medidas inmediatas a corto plazo y si de un estudio se desprenden medidas complementarias, irlas tomando a medio plazo».

Además, rechazan que dichos estudios se elaboren en función de la demanda actual, «cuando sabemos que los usuarios potenciales de este servicio dependen de familiares, amigos u otros servicios como el taxi, ya que si no no podrían acudir a sus citas del médico». En esta línea, Podemos-IU se preguntan «si se atreverán a recortar aún más las frecuencias», en el caso de que en ese estudio aflore que hay aún menos demanda de la que se espera.

Sobre el tema de las frecuencias, el concejal de Podemos en el Ayuntamiento de Castro, Alberto Martínez, ha reivindicado que «mientras no se ha hecho absolutamente nada en tantos años, para empezar, es necesario reforzar con un autobús a primera hora de la mañana que permita estar en Santander antes de las 8 y también uno a última hora, al menos a las 10 de la noche». Sin ello «el acceso a la cultura, ir a estudiar, a poder dar de cenar a un familiar ingresado o acudir al trabajo es imposible utilizando el transporte público.»

Para Martínez existe además el «agravante» de que saber algo «tan esencial» como los horarios «no es tarea fácil». Según el edil, éstos «cambian día a día y en la propia web de Alsa no hay un listado similar al de, por ejemplo, el Castrobús, tanto a Santander como a Laredo tienen esta carencia». A este respecto indica que el primer autobús para ir a Santander es a las 7.45 y llega a las 9.30 horas, «demasiado tarde». Mientras que el último autobús es a las 18.30 horas. «Horarios poco compatibles para ir a trabajar o para las primeras consultas médicas, ni tampoco para quien tenga un horario laboral que salga más tarde de las 18.30 horas, o para quien quiera ir a algún evento cultural».

El concejal de la formación morada ha criticado además que «en realidad, los autobuses que van de Castro a Santander son únicamente cuatro, porque el resto de los horarios son autobuses que vienen de Irún, Vitoria, Zaragoza, etcétera, por lo que los horarios no siempre se cumplen, cuanto más recorrido más problemas y retrasos se pueden encontrar».

Por su parte, el portavoz de IU en Castro Urdiales, Pablo Villasante, ha puesto énfasis en que la situación de la línea de Castro con Santander «es tan mala que el buscador más utilizado de internet nos recomienda como mejor opción ir en 'Blablacar'». Algo que no extraña a Villasante «si la duración media del viaje en autobús es ni más ni menos que una hora y 50 minutos y un precio de media 13 euros, ida y vuelta«.

Villasante lamenta que «se ignora la situación económica de los estudiantes y de la gran mayoría de sus familias donde se ven obligados a alquilar pisos compartidos como medida más rentable, ya que, en otra situación podrían verse obligados a pedir préstamos o, en el peor de los casos, dejar de estudiar».

Y es que, según apunta, los precios «no son asumibles para el día a día, y la Tarjeta de Transporte de Cantabria únicamente sirve para los cuatro transportes mencionados de la línea Castro- Santander. «En el resto, al ser interprovinciales, no sirve y por tanto no se aplica el 15% de descuento».

Sobre los «pretextos» puestos en otras ocasiones por el ejecutivo regional, declaran que «en un transporte público no vale que se mida el precio por kilómetros, siempre debería ser un precio más razonable y económico viajar por dentro de tu comunidad. Y han recordado que es «un servicio público, no una empresa que debe obtener beneficios, los beneficios los debe obtener la ciudadanía en su uso». Para las dos formaciones «no hace falta un estudio si hay voluntad de mejorarlo», porque los castreños «nos merecemos y necesitamos un transporte público de calidad y para ello es imprescindible mejorar urgentemente el que ya tenemos».