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El Ejército de Tierra continúa trabajando en la costa castreña para recuperar las piezas de la plataforma flotante, después de que el oleaje del pasado 19 de mayo complicara la ejecución del ejercicio militar 'Ancla 21', dejando a la deriva, encallados y sumergidos un ... 70% de los pontones que componían el puerto flotante. Tras varias jornadas de recogida, el Ejército se ha podido hacer con el 30% del material accidentado, pero no será hasta el final del verano cuando los militares puedan recuperar la totalidad de las piezas varadas. Para avanzar en las labores de recuperación, un total de 20 efectivos llegan hoy a Castro con el objetivo de recoger los pontones varados en la cala del Pocillo del Fraile.
Durante la última semana se han retirado todos los pontones que habían quedado en la superficie del agua en la zona de Mioño. «Nuestra prioridad es recuperar todo el material que se ve en la costa para causar el menor impacto posible a los ciudadanos», explicó a este periódico la comandante Rocío Martín, indicando que, en los últimos días, para recoger las piezas de la costa de esta zona ha acudido personal del equipo nuevo de apoyos de corte para poder mover los pontones que estaban atascados en los acantilados. «Se han utilizado tornos de tracción y vehículos y las piezas se han cargado en nuestras góndolas para su traslado a instalaciones militares», recordó Martín.
En cuanto a los trabajos que se desarrollarán desde hoy en el Pocillo, el teniente Rodrigo Iborra apuntó que la idea es recoger los cinco o seis pontones que hay en dicha cala. «Intentaremos llegar a ellos cuando esté baja la mar, que es cuando mejor tendremos el acceso», destacó, para después matizar que van a establecer varios grupos de trabajo para trocear los pontones y reducirlos a un tamaño en el que se puedan manipular a mano y así poder retirarlos. «El acceso a la cala es complicado, por eso este es el modo que se ha considerado, porque no se puede meter ni una grúa ni maquinaria pesada a por los pontones. Esta es la situación», afirmó Iborra, que además contó que la segunda prioridad es ver más zonas de acceso de cara a las siguientes operaciones para acceder a los pontones o hacerlos reflotar.
Tras recoger el material accidentado que queda a la vista en la costa, los efectivos se volcarán en recuperar los pontones sumergidos. «La estimación es recoger la totalidad de las piezas a finales de verano. Hay que ver los accesos y el clima, pero esa es la situación deseada», recalcó el teniente, ya que el proceso de recogida de los pontones que están bajo el agua es más lento. «Hay que meter buceadores y se tienen que dar las condiciones. Poco a poco lo iremos sacando», aseguró. Más adelante la Armada ayudará al Ejército a la localización de algunos de los pontones que, por las corrientes marinas, se han cambiado de posición. «Los medios de la Armada nos van a ayudar a situarlos. Continuamos trabajando en ello y con el apoyo de la Armada podremos recuperarnos con mayor efectividad», adelantó la comandante. Mientras tanto, sigue activo el trabajo de los equipos de buceadores y de reconocimiento para controlar la situación de los pontones hundidos, a merced de las aguas del mar Cantábrico.
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