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El Partido Popular de Cantabria ha presentado una batería de preguntas en el Parlamento para que el consejero de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte, Pablo Zuloaga, explique qué va a hacer la Consejería para recuperar el Cargadero de Mineral de Dícido.
El portavoz ... de Cultura de los populares, Iñigo Fernández, ha dicho que Cargadero de Dícido, situado en la localidad de Mioño, en Castro Urdiales, es un Bien de Interés Cultural (BIC) que está cayéndose «sin que al consejero de Cultura parezca importarle lo más mínimo».
«Lo que le preocupa a Zuloaga es la memoria histórica, reabrir las heridas de la Guerra Civil. Su preocupación no es ejercer como consejero de Cultura ni velar por el mantenimiento y recuperación del patrimonio de Cantabria. Y eso explica que no esté prestando ninguna atención ni demostrando ningún interés por recuperar el Cargadero de Mineral de Dícido, que es una de las joyas de la arqueología industrial en Cantabria», ha sentenciado Fernández.
El portavoz del PP ha recordado que el Gobierno de Cantabria encargó al Ministerio de Fomento en la etapa de Iñigo de la Serna un estudio para analizar la situación del antiguo cargadero de mineral y la manera de recuperarlo «y pasan los años y aquí no sabemos nada porque nadie mueve nada».
Por esta razón el Grupo Popular ha presentado varias preguntas sobre la situación de este BIC para que sean contestadas por el consejero en la Comisión de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte del Parlamento.
En concreto los populares quieren conocer si el Gobierno de Cantabria dispone del estudio sobre la situación del cargadero de Mineral de Dícido encargado en su momento por el Ministerio de Fomento; si tiene previsto, solo o en colaboración con otras administraciones, acometer la rehabilitación del cargadero y el cálculo del dinero que el Ejecutivo autonómico tendría que destinar para acometer dicha rehabilitación; y los plazos en los que estaría en condiciones de iniciar las obras.
«Porque el Cargadero de Mineral de Dícido acabará cayéndose si el consejero de Cultura no hace nada», ha advertido Iñigo Fernández.
En septiembre de 2018, la organización Hispania Nostra advirtió de que la estructura se encontraba «en un estado de deterioro muy avanzado, con una importante pérdida de material que hace peligrar su estabilidad». Tanto es así que se incluyó el cargadero en la Lista Roja de elementos patrimoniales que corren riesgo de desaparecer.
Fue el propio Ayuntamiento de Castro Urdiales quien alertó a la delegación cántabra de Hispania Nostra pues vieron en su inclusión en la Lista Roja una forma de que «no se olvide» y «se mantenga la alerta sobre ello». Fuentes municipales explican que los dos últimos años han trabajado con la Consejería de Cultura y la Dirección de Costas para diseñar un «criterio común», unir fuerzas y trabajar de forma «coordinada». En 2017 se celebró la primera reunión a tres bandas y se acordó encargar el estudio técnico.
El primer cargadero de las minas de Dícido se construyó en el año 1886, pero un vendaval destruyó aquel primer muelle-embarcadero. Más tarde la Dícido Iton Ore levantó un segundo cantilever (especie de viga voladiza) de 94 metros que fue dinamitado durante la retirada de las tropas republicanas en el año 1937. Al año, Altos Hornos de Vizcaya construyó la estructura que conocemos hoy y la única que queda de las siete que existieron en la zona. En 1996 fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de monumento, por el Gobierno de Cantabria.
En octubre del año pasado el Ministerio de Cultura adjudicó a la empresa Ines Ingenieros Consultores la redacción del estudio previo para la recuperación. El coste era de 35.696 -aunque el precio de licitación fue de 60.000 euros- y el plazo de ejecución de un año.
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