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Cuando apenas faltan unos días para que se cumpla el primer año de la presente legislatura en Cantabria, se ha registrado la primera moción de censura. Y no exenta de polémica. El perjudicado es el alcalde de Guriezo, el regionalista Ángel Llano, ganador de ... los comicios de mayo de 2019 y que se quedó a un edil (obtuvo cinco) de lograr la mayoría absoluta, por lo que tuvo que pactar con la concejala del PSOE, María Rivero, la artífice ahora de este giro de 180 grados en el Ayuntamiento guriezano.
Y es que hace apenas diez días Rivero –que ahora se postula como nueva alcaldesa del municipio– suscribió un documento con su socio de gobierno, que remitieron a los medios de comunicación, en el que ella misma desmentía públicamente los comentarios y rumores recientes que motivan una moción de censura, «negando por lo tanto conversaciones y preacuerdos para llevarla a tal efecto». Además, el equipo de gobierno PRC-PSOE aclaraba que su compromiso era «firme» y que seguiría trabajando durante lo que queda de legislatura en los proyectos y compromisos que ambas formaciones tienen planteados para la presente legislatura.
Pero diez días después, la edil socialista ha cambiado de opinión y junto a los cinco ediles de la oposición –Adolfo Izaguirre y Aitor González (PP); María Ángeles Peña y Ángel Fernando Serna (Somos Guriezo), y el exalcalde Narciso Ibarra (Vecinos por Guriezo)– pretende coger las riendas del Ayuntamiento. Eso sí, sin el visto bueno tanto de la Ejecutiva Regional del PSOE, que simplemente se limitó a desvelar este extremo, ni de la Agrupación Socialista de Guriezo, queeste martes celebró una asamblea con sus militantes a la que no acudió María Rivero.
Según ha podido saber este periódico, en dicho encuentro, al que asistieron miembros de la Ejecutivo regional del PSOE y algunos alcaldes socialistas, los militantes guriezanos rechazaron la decisión tomada por la edil, de la que esperan que dé la oportunas explicaciones sobre ese cambio de criterio después de haber refrendado el pacto de gobierno con el PRC hace apenas una semana.
Rivero guardó silencio durante todo el día, ni siquiera dio explicaciones a su socio de gobierno, el alcalde Ángel Llano.
El que sí se pronunció fue el portavoz del PP, Adolfo Izaguirre, quien, junto al exalcalde Narciso Ibarra, se encargó de registrar por la mañana en el Ayuntamiento la moción de censura, que deberá abordarse en Pleno antes del 17 de junio. «El alcalde no ha sido capaz de gestionar. El Ayuntamiento no puede estar a los caprichos de una persona. No se puede pasar los acuerdos de Pleno por el arco del triunfo. La soberbia es un pecado». Izaguirre, al que una moción de censura en 1997 le despojó de la Alcaldía en favor de Javier Iturbe (PP), reconoce que ahora toda la «presión» será para la edil socialista, pero cree que esta decisión política es «conveniente y necesaria». «Yo me debo a mi pueblo», apostilla.
Frente a estas afirmaciones, el alcalde Ángel Llano no entiende por qué después de suscribir el pacto de gobierno hace diez días, la edil socialista, «que vive en Laredo, cobra 40.000 euros al año y tiene sus raíces en Guriezo», ha tomado esta decisión y espera que se lo piense, recapacite y se pueda reconducir el asunto. «En mi pueblo dicen que cuando no entiendes algo, hay dinero de por medio», señala al tiempo que dice que «la que se queda con el culo al aire y como una apestada va a ser ella».
Llano tiene muy claro que detrás de esta moción de censura, que tilda de «cacicada», están «unos señores que llevan treinta años en política desvalijando el Ayuntamiento». «Al que entra nuevo se le enseña el funcionamiento y si no entra por el aro, como me pasó a mi hace algo más de cinco años, pues te cesan. Y estoy hablando de corrupción», afirma Llano.
«Para que desaparezcan las cosas no hace falta que aparezca el número en un papel. No entra en la cabeza de nadie este batiburrillo de personas y de siglas políticas, sobre todo teniendo en cuenta que algunos se han odiado durante 25 años a muerte, a los del PP Izaguirre les arrebató el puesto y ahora le acompañan», recuerda el alcalde.
De su lado, la secretaria de Organización del PRC en Cantabria, Paula Fernández, lamentó que los vecinos sean los «perjudicados» por este asunto. «Ante todo hay que poner los intereses de los vecinos, y los pactos están para cumplirlos», señaló a la espera de que el PSOE regional reconduzca esta crisis.
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