Prisión provisional para el detenido por apuñalar a un joven en Castro

Según han informado a El Diario Montañés fuentes judiciales, el instructor imputa al detenido un delito de tentativa de homicidio en el marco de las diligencias previas abiertas a raíz del incidente.

Por otro lado, fuentes cercanas a la investigación apuntan que el detenido, con antecedentes penales por hechos acaecidos en su país de origen, se encontraba de forma «irregular» en España y vivía en la lonja en la que los investigadores le localizaron el sábado cuando le detuvieron. No se descarta que en las próximas horas se produzcan más detenciones como consecuencia del altercado. Y es que al menos una treintena de personas participaron –según la Guardia Civil, aunque algunos testigos apuntan que eran al menos 40 individuos en el altercado– en esta pelea tumultuaria en la que también intervino la Policía Local de la localidad y que se originó por causas que aún se están investigando, aunque una de las hipótesis que maneja la Guardia Civil es que se trata de un «ajuste de cuentas».

Los hechos tuvieron lugar alrededor de las 05.30 horas del sábado, en las inmediaciones de la discoteca Safari, ubicada en la calle Ardigales de Castro, uno de los pocos locales del municipio que continuaba abierto a esas alturas de la madrugada. Los testigos apuntan que, durante la trifulca, a la que no fueron ajenos los vecinos de la zona por el ruido que provocó, también se produjeron lanzamientos de sillas y se utilizaron las patas de muebles y maderas como arma. El aviso a la centralita de la Guardia Civil se produjo a las 05.45 horas y en el lugar se personaron agentes de los cuarteles de Castro Urdiales, Laredo y Guriezo, además de los policías municipales. Con la llegada de las sirenas, la multitud se dispersó y se produjeron carreras por las calles Juan de la Cosa y Timoteo Ibarra.

Cuando llegaron los primeros agentes, la víctima se encontraba consciente y sentada en la calle. Mientras se esperaba al 061, el joven herido fue atendido en un primer momento por un agente, que fue recibiendo instrucciones desde la Sala de Coordinación de un compañero formado en control de hemorragias. Tras valorar las heridas producidas por el arma blanca, los sanitarios tomaron la decisión de trasladarlo en ambulancia al centro hospitalario vizcaíno. Cuando llegaron los primeros agentes, la víctima se encontraba consciente y sentada en la calle. Con todo, según fuentes policiales, su pronóstico era «grave».

Además de esta persona, hubo otros jóvenes también heridos, aunque de menor gravedad, que fueron atendidos en el centro de salud de la localidad. En su mayoría, cortes en la cara y en las brazos.