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La reyerta que dejó tres heridos por arma blanca la madrugada del pasado domingo en Castro Urdiales no fue el único altercado que se registró durante esa noche de fiesta. También hubo otras peleas que acabaron con varios heridos, además de actos vandálicos, como ... la rotura de una marquesina en la calle Menéndez Pelayo.
La limitación horaria de la hostelería de Vizcaya (cierran a las 00.00 horas) está provocando que los jóvenes busquen otros lugares donde poder disfrutar de su tiempo de ocio durante el fin de semana. Y Castro Urdiales ha sido el lugar escogido para salir de fiesta, teniendo en cuenta la cercanía y que los pubs están abiertos hasta las 04.30 horas. «Los viernes parece que es el Coso Blanco (fiesta que se celebra el primer viernes de julio y que más gente reúne de noche cada año en Castro) y los sábados, Nochevieja», apunta José García, gerente del Pub Koala, ubicado en la calle Artiñano, en el centro neurálgico de la zona de vinos.
«En 22 años de profesión nunca he visto tanta gente los fines de semana», reconoce este hostelero, para mostrar la magnitud de la situación que está viviendo Castro durante los últimos fines de semana. «Por suerte, en mi local no he tenido problemas, pero estamos preocupados por todos esos incidentes, y también por poder cumplir con las restricciones que tenemos dentro de los locales. Es muy complicado controlar a toda la gente», afirma García, que dice que este fin de semana ha estado «desbordado».
José García, Gerente del Pub Koala
Ana Urrestarazu, Portavoz del PP de Castro
Otro castreño, que prefiere no revelar su identidad, cuenta que este sábado ha sido testigo, junto a sus amigos, de al menos tres altercados. «Tuve que llamar al 112 porque vimos que le habían abierto la cabeza a un joven y a otro le habían herido en la espalda, en una pelea que tuvo lugar fuera del Pub Ruta 66, donde se lanzaron vasos y botellas entre varios».
Después, dice que se encontró con otra trifulca en la calle Artiñano, «donde vimos a un joven sangrando», y donde se produjo el apuñalamiento de las tres de la madrugada que acabó con tres heridos por arma blanca. Pero no quedó ahí la cosa, porque al filo de las cuatro y media de la madrugada, cuando todo el mundo se dirigía a la Discoteca Safari (último local en cerrar), «vi como le golpeaban a una chica en la cara».
Desde la Guardia Civil confirman la «gran afluencia de gente» en los últimos fines de semana pero no ofrecen datos oficiales sobre las denuncias interpuestas entre el pasado viernes y el sábado. Tampoco la Policía Local de Castro ni la alcaldesa Susana Herrán quisieron pronunciarse sobre la situación que se está generando en la ciudad. Los que sí lo hicieron fueron dos grupos municipales de la oposición. El PRC reprochó a la alcaldesa que asegure que «Castro es seguro», y lamentó los altercados: «Lo hemos anunciado hace tiempo y no nos quieren escuchar. Las siguientes noticias serán peores si siguen sin hacer nada», afirmó en relación a la falta de efectivos.
En esta misma línea, la portavoz del PP castreño, Ana Urrestarazu, exigió a la alcaldesa una solución urgente ante la gravedad de los hechos ocurridos y advirtió de que la falta de efectivos de la Policía Local está provocando una «grave situación de descontrol e inseguridad ciudadana».
Según señaló la edil, «durante la jornada del domingo sólo había operativa una patrulla de agentes para toda la ciudad, incluidas las nueve juntas vecinales, las cuales no pudieron ser atendidas, provocando el caos absoluto en los accesos a las playas y zonas de baño de algunas de ellas». Urrestarazu recordó a la alcaldesa que «dando titulares en los medios no se solucionan los problemas en la calle», ya que tras anunciar en varias ocasiones en la comisión de servicios la llegada de efectivos, la realidad sigue siendo la misma. Además, exigió a Herrán que reivindique ante la Delegación de Gobierno refuerzos inminentes para garantizar la seguridad de la ciudad y que no se vuelvan a repetir los actos vandálicos y reyertas ocurridos este fin de semana.
Dos de los tres heridos por arma blanca que se vieron involucrados en uno de los altercados que se produjeron en la madrugada del domingo en la zona de vinos de Castro y que se encontraban en el Hospital de Laredo ya han sido dados de alta, según confirmaron a este periódico ayer fuentes de la Guardia Civil. El tercer herido (por una botella rota) continúa ingresado en Valdecilla. La Benemérita sigue investigando las causas de la pelea que tuvo lugar en la calle de Artiñano en la que resultaron heridas estas tres personas y cuyos agresores se dieron a la fuga. Según explicó la Guardia Civil, el personal de antidisturbios no llegó a actuar, ya que la reyerta había finalizado cuando llegaron. Lo que se hizo fue activar los servicios sanitarios para auxiliar a los heridos que, según los primeros datos aportados por los agentes, son vecinos de Castro.
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