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El barco Emperatriz II ha arribado en la Escala del Rey del parque Amestoy de Castro Urdiales con los Reyes Magos a bordo, que en su discurso han reiterado la necesidad de cuidar de los mayores, haciendo hincapié en los que son usuarios del Centro ... de Día. Antes de eso se han aposentado en sus carrozas, confeccionadas por Francis2, desde donde han saludado a todos los niños y mayores y han repartido caramelos junto a sus pajes en el recorrido de la Cabalgata, que ha pasado por la Avenida de la Constitución, la calle Melitón Pérez del Camino, Hurtado de Mendoza, La Ronda, calle Santander y el paseo del puerto, hasta la plaza del Ayuntamiento. Una vez allí se han dirigido a todos los presentes desde el balcón del Ayuntamiento, haciendo referencia a los dos años de pandemia «en los que no pudimos abrazarnos». «Hoy por fin hemos vuelto a pasear juntos por las maravillosas calles de Castro Urdiales llenándolas de magia y caramelos».
Sus Majestades han felicitado a toda la ciudadanía, pero en especial a los más pequeños, porque «hemos visto que os habéis portado como auténticos héroes y heroínas durante los dos últimos años en que había un dichoso virus por ahí». Los Reyes Magos «hemos tenido que hacer un poco más de magia de la habitual pero hemos tenido mucha ayuda y la vuestra ha sido excepcional y por ello esta noche repartiremos muchos regalos», ha avanzado Melchor a los niños congregados en la plaza del Ayuntamiento.
Además han tenido unas palabras de reconocimiento a «unos ayudantes muy especiales y que hace muchos años también soñaron con un futuro y sin los que hoy no seríais los niños tan fuertes que sois». Se referían los Reyes a «vuestros abuelos y abuelas, a los que habéis cuidado tanto del virus a los que nunca debéis olvidar», apuntaron sus Majestades., que animaron a los pequeños a cuidarles y estar a su lado, «o de lo contrario encontraréis carbón en vuestros zapatos».
Mención especial hicieron sus Majestades de Oriente para «unos abuelos que lo han pasado un poquito mal en el Centro de Día de Castro Urdiales, ya que les debemos cuidar y asegurar siempre. Siempre deben tener una olla de caldo caliente porque como bien dice el refranero que a ellos tanto les gusta, donde no hay olla, el diablo mora». Por último, Melchor, en nombre de los tres Reyes dio unas pautas a los a los niños castreños para no encontrar carbón en su calzado: «sed bondadosos, no os peleéis, sonreíd, cuidad de la naturaleza y pensad que la verdadera magia está en eso que llaman empatía».
Tras el discurso, sus Majestades recibieron de manos de la alcaldesa, Susana Herrán, las llaves de la ciudad para que puedan visitar todas las casas de Castro.
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