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La entrada en funcionamiento de la UVI móvil (ambulancia de Soporte Vital Avanzado) prevista en el Servicio de Urgencias de Atención Primaria de Castro Urdiales se detiene. La protesta de los profesionales del SUAP al plan en ciernes de dotar al centro de Cotolino de una UVI móvil sin personal especializado del 061 (dotado sólo con dos técnicos sanitarios, pero sin médico y enfermera formado en emergencias) ha conseguido «frenar de momento» el proyecto, a la espera de que se designe al nuevo equipo de la Gerencia de Atención Primaria y se analicen las necesidades asistenciales del municipio.
La plantilla del SUAP había trasladado su rotundo rechazo al Servicio Cántabro de Salud, por medio de un escrito firmado por los médicos, enfermeras y celadores del equipo. «No vamos a participar de ninguna manera en esta chapuza que es totalmente inaceptable», declaró uno de los portavoces a este periódico.
«Pretenden dejarnos una UVI móvil aparcada en la puerta y que nos subamos el personal del SUAP, cuando lo que Castro necesita, por su volumen de población y demanda sanitaria, es una base del 061 de verdad, como las de Santander, Laredo, El Astillero y Torrelavega, con profesionales capacitados y debidamente preparados, no un experimento como este, creado para engañar a la población con cantos de sirena». Y esa es la queja que trasladaron el pasado viernes en persona a los directores en funciones de Atención Primaria (médico y de enfermería) en una reunión en la que se decidió parar este proyecto hasta que el nuevo equipo decida la estrategia a seguir en Castro.
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