El dispositivo de seguridad para el fin de semana en Castro Urdiales estará integrado por 91 guardias civiles

Lo ha dado a conocer hoy la Delegación del Gobierno en Cantabria tras la reunión que ha mantenido su responsable Ainoa Quiñones, con el coronel jefe de la Guardia Civil, Luis del Castillo. Ambos han apelado a la responsabilidad de la ciudadanía para evitar aglomeraciones en las zonas céntricas. Una situación que viene repitiéndose desde hace varias semanas, cuando cientos de personas acuden al municipio cántabro, con restricciones menos severas que las del País Vasco. Desde que concluyó el cierre perimetral, se había incrementado el número de efectivos.

El dispositivo estará integrado por los 48 efectivos de la Guardia Civil destinados en Castro Urdiales, 25 efectivos de las Unidades de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (USECIC) y otros 18 del Sector de Tráfico.

Quiñones ha insistido en que este refuerzo ya se había anunciado hacía días al detectarse la afluencia de jóvenes en Castro Urdiales

«No necesitamos que nadie lo pidiera porque fue la propia Guardia Civil la que lo detectó con su presencia permanente en las calles del municipio», ha precisado la delegada quien ha recriminado a «quienes hoy reclaman más agentes de la Guardia Civil pero no han hecho nada por solucionar los problemas» y les ha recordado que «la Guardia Civil es un cuerpo nacional que tiene muchas funciones encomendadas para garantizar la seguridad y la convivencia, para controlar el tráfico, para perseguir delitos que van desde el blanqueo de capitales a la detección de arsenales de drogas».

Esta semana los vecinos criticaron la falta de respuesta del equipo de gobierno de Castro Urdiales , que tachan la situación de «vergonzosa» y están empezando a movilizarse para protestar por lo que están «sufriendo» desde hace tiempo. Criticaban la dejación de funciones de la Policia Local ante el incumplimiento de ordenanzas como la prohibición de beber en la calle.

Así, Quiñones ha insistido hoy en una nota de prensa que «la Guardia Civil no puede ser ahora objeto de reclamo de los ayuntamientos para controlar botellones», porque se trata de una práctica que está prohibida y que no es competencia de la Guardia Civil aunque los agentes colaboren con las policías locales cuando es necesario. «Los botellones están prohibidos, hay ordenanzas municipales que regulan esta prohibición y los ayuntamientos tienen que poner sus recursos al servicio del control de estas situaciones», ha añadido.

La delegada del Gobierno ha insistido en que «la Guardia Civil no puede ser un saco roto al que pedir que intervenga en todo cuando nadie asume ninguna competencia ni ninguna responsabilidad».

«Su trabajo es intachable y su vocación de servicio es permanente, como han demostrado en todas las ocasiones en las que se han necesitado sus servicios en Castro Urdiales y en todos los municipios de Cantabria», ha enfatizado Quiñones.

Para concluir, ha reconocido la falta de efectivos de la Guardia Civil tanto en Cantabria como en el resto del país, «una situación que este Gobierno de España quiere subsanar y ya este año ha aumentado la tasa de reposición hasta un 115%», y ha apelado a las administraciones locales a que «hagan el mismo esfuerzo» para reforzar sus plantillas de policías locales, que también se encuentran «sensiblemente disminuidas».

La madrugada del pasado domingo, en la que se sucedieron diversos altercados en Castro Urdiales, pudo acabar en tragedia. Uno de los tres jóvenes que fue agredido con arma blanca, de 18 años y residente en Burgos, fue operado el lunes de urgencia, durante cuatro horas, como consecuencia de una hemorragia interna.

Tras estos hechos, la alcaldesa de Castro Urdiales, Susana Herrán (PSOE), tampoco quiso pronunciarse sobre la situación que está soportando la ciudad como consecuencia de la visita masiva de jóvenes procedentes en su mayoría del País Vasco, donde la hostelería cierra sus puertas a las 00.00 horas. La que sí se pronunció fue la Asociación de Policía Local y Bomberos de Castro para denunciar las «enormes carencias en materia de seguridad» del municipio: «Dos patrullas capearon como pudieron la noche del sábado».

No fue el único altercado registrado esa noche. También hubo otras peleas que acabaron con varios heridos, además de actos vandálicos, como la rotura de una marquesina en la calle Menéndez Pelayo.