Astillero, en 1923, la primera sucursal del banco Santander fuera de la capital

Para realizar la apertura de la sucursal, el Banco de Santander, así era la denominación de entonces, tuvo que entablar negociaciones con Eliseo Azcarate que poseía una “casa de banca”, negocio de similares características, en Astillero. Eliseo provenía de una familia de comerciantes y banqueros de Quijas, afincados en Torrelavega. Ya en siglo anterior, se había instalado como comerciante en Astillero y, con motivo de la construcción del Mercado de Abastos Municipal, realizó un préstamo al propio Ayuntamiento de Astillero para realizar la obra. Después de cobrar su préstamo con las adjudicaciones de los puestos, optó a uno de los nuevos locales del mercado.

El nuevo banco se hizo cargo de los clientes y depósitos de la “casa de banca” de Eliseo que, a su vez, propuso como primer director de la nueva sucursal a su sobrino, Herminio Azcárate Irastorza. Corría el mes de marzo del año 1923 cuando se abría la nueva sucursal del Santander, situada en la planta baja del primer edificio de la calle San José, el número 2, en la confluencia con la calle Tomás Bretón. La actividad financiera de la nueva sucursal comprendía varias comarcas en torno a Astillero, incluyendo Marina de Cudeyo, Villaescusa, Cayón, etc.

Curiosamente, el mismo año se abriría también en la calle San José, esta vez en el número 27, haciendo esquina con la calle Díaz Pimienta, enfrente de la propia casa consistorial, una sucursal de su principal competidor, el Banco Mercantil. Pasados los años, en 1945, el Banco de Santander, en una de sus arriesgadas operaciones bancarias, se hará con la propiedad del Banco Mercantil. La oficina del banco unificado quedó situada en la sede de este último, en la calle San José, 27. En este mismo lugar ha permanecido hasta la actualidad, conservando, a pesar de algunas modificaciones en su fachada e interior, buena parte del sabor añejo de las primeras oficinas bancarias.

En el local original de la primera sucursal del Banco de Santander, recordemos, San José, número 2, aun puede verse los barrotes originales de las ventanas y la serigrafía de los cristales con las siglas del banco BS. Lamentablemente, este edificio situado en centro del casco urbano de Astillero, lleva años en un estado de abandono lastimoso, dando mala imagen urbana del municipio y, probablemente, estamos perdiendo la oportunidad de recuperar un edificio con contenido histórico.

Esta oficina de Astillero alcanzó una gran importancia con su prestación de servicios financieros del entorno del sur de la Bahía de Santander, convirtiendo a Astillero en capital económica de la comarca y llegando a contar con más de dos docenas de empleados. Pasaron por ella muchos astillerenses que iniciaron aquí su carrera bancaría antes de dar el salto a la central de Santander, otras sucursales de Cantabria o puestos de dirección de la entidad financiera.

La significación financiera que alcanzó la oficina del Banco de Santander en Astillero, fue la razón fundamental para que, en ella, iniciaran buena parte del aprendizaje bancario los hermanos Jaime y Emilio Botín-Sanz de Sautuola, en la década de los 50. Ambos, eran hijos del presidente de la entidad que, posteriormente, han tenido una importante trayectoria en la banca española. El segundo de ellos, Emilio, jugó un papel relevante en la dinamización y modernización de la banca en la última parte del siglo anterior e impulsó la internacionalización del banco. Cuando se creó la ciudad financiera del Banco Santander, en Boadilla del Monte (Madrid), a uno de los edificios, creemos que es el centro logístico, concretamente, se le puso el nombre de Astillero. Parece que, Emilio Botín, quiso recordar sus años en Astillero y homenajear a la primera sucursal del banco familiar.

Como avanzábamos en un párrafo anterior, la oficina bancaria del Santander, en Astillero, tuvo una gran vinculación en el vecindario astillerense, puesto que, los numerosos trabajadores de la sucursal tenían sus raíces entre la población local. Un ejemplo notorio de este que decimos lo representó como nadie, Ángel Sainz de la Maza, que fue cajero en los años 30 y, posteriormente, director de la entidad hasta su jubilación en 1969, representando una de los periodos más activos del Santander que coincidió con la llegada a nuestro municipio del resto de bancos españoles.

La familia de Eduardo Ramos, trabajador de la oficina de Astillero, nos ha facilitado la foto que utilizamos para ilustrar el artículo. Está realizada en un lateral de La Fondona, se trata del año 1960 y, seguramente, la plantilla celebraba la comida anual en el Restaurante de Pedrón, situado enfrente del lugar de la foto.

De izquierda a derecha y de arriba hacia abajo se encuentran los siguientes empleados: José Hoyos, José Luis Torre, Amado Diego, José María Solana, Evaristo Sancha, José Manuel González, José Edesa Pérez, Ildefonso Solana, Ángel Sainz de la Maza, Eduardo Ramos, Joaquín Obregón, Hipólito Larrañaga, Pedro Castro, Cipriano Monar, José Sierra, Miguel González-Villalobos, Cosme Presmanes, José Carpintero, Luis Sainz Herrán, Vicente Navarro, Jesús San Millán, Juan José Cobo, Pedro González, Adolfo García Vega. La fuente utilizada para los nombres de los empleados es el blog “Mi Astillero”.