El edificio más bonito de Astillero, se hace centenario
el astillero y su historia ·
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La Quinta Tijero, actualmente Quinta Eloísa, fue obra del arquitecto Javier González RianchoJesús María Rivas
El Astillero
Sábado, 10 de diciembre 2022, 21:54
No creo equivocarme si afirmo que, para la mayoría de astillerenses y visitantes, el edificio residencial situado al final de la calle Bernardo Lavín, confluencia con la Avda. de España, llama la atención por su extraordinaria belleza, máxime, si tenemos en cuenta que Astillero es ... un pueblo con 300 años de vida y no alberga edificios históricos de noble construcción. La mansión fue un encargo de Casimiro Tijero Aguirre, al arquitecto Javier González de Riancho que acababa de terminar su obra más reconocida, el Palacio de la Magdalena.
La construcción de este bonito edificio, con un marcado estilo regionalista, se alargó entre los años 1920 y 1923, y en septiembre de este último año fue su inauguración. La idea original de Casimiro Tijero fue construir otros tres edificios más para sus tres hijos pero, por desavenencias y desacuerdos entre ellos, únicamente se construyó uno, también de bella factura, situado a la izquierda de la Quinta Eloisa. El edificio de la Quinta costó 150.000 pesetas.
Las circunstancias históricas hicieron que Casimiro no llegara a tiempo para la inauguración de su nueva casa y fue su hermano, Constantino Tijero, quien abrió por primera vez las puertas del hermoso edificio construido en los terrenos de tío Tomás. El promotor de la nueva construcción estaba aun en viaje de regreso de su visita urgente hasta Méjico para defender los intereses de su empresa hilados y tejidos ‘La Carolina’, en continuo riesgo por la convulsa situación que se vivía en el país americano desde la revolución iniciada en 1910 y que se extendió, con las luchas entre las distintas facciones, hasta entrados los años 20.
La quinta contaba con otros edificios de servicio como garaje y casa de los choferes, tenía vaquería propia con personal de cuidado y ordeño, cocinera y su ayudante, varias doncellas, planchadoras, jardineros, … 22 personas de servicio en total. Pocos meses después se construyó un pequeño edificio, hoy desaparecido, simulando el estilo árabe-islámico, conocido como el ‘el moravito’, con su cúpula redonda blanca y su puerta con arco de herradura característico de las construcciones árabes.
La construcción de ‘El moravito’ la realizó Casimiro Tijero para recibir al general SanJurjo, general africanista que había conocido en el año 1921, cuando su hijo, junto a otros dos soldados más de Astillero, fue destinado a la guerra del Riff, en Marruecos. Se había dado la circunstancia de que el emprendedor Casimiro, a través de una subscripción popular iniciada por él mismo, construyó y entregó a los Regimiento de Valencia y de Andalucía, en 1922, cuatro auto-aljibes para cubrir una de las mayores necesidades de las tropas españolas destacadas en Marruecos, el agua. Para la entrega de los aljibes, Tijero, se trasladó a África junto con otros promotores de la subscripción. El moravito fue dotado con el mobiliario y el juego de té (todavía conservado por la familia Tijero) adquiridos para la ocasión y formaron parte de la obsequiosa recepción que el general recibió en la mansión de Casimiro Tijero.
En verano de 1930 durante la estancia de la familia real en Santander, el infante Don Jaime visitó los ‘Talleres del Astillero’. Una vez finalizada la visita oficial a la empresa naval el infante también fue invitado a la Quinta de Tijero para departir un almuerzo con la familia.
En la década de los años 60 cuando permaneció sin ser habitada con continuidad, los niños de la época, seguramente influenciados por el cine de terror que relataba crímenes o apariciones fantasmales en grandes mansiones, lo llamábamos la casa de las brujas o casa de los duendes. El misterio pareció envolver aquella bonita mansión hasta que fue adquirida por Manolo Andrés Dirube, repintada en color ocre, habitada de nuevo y renombrada como ‘Quinta Eloisa’, nombre con el que se la conoce en la actualidad. Ahora mismo luce una espléndida restauración como si estuviera recién construida.
La otra casa más pequeña a la izquierda de la Quinta, de las tres que se pretendían construir, también fue vendida al constructor José Luis Cobo, que a su vez la revendió a los actuales propietarios.
Otras obras del arquitecto Riancho, además del palacio de la Magdalena, son: Hotel Real en Santander, la casa de Botín, la sede central del Banco Santander en el paseo de Pereda (en remodelación), la estación de Torrelavega, las escuelas de Revilla de Camargo, entre otras muchas. En el municipio de Astillero fue autor además de la Iglesia del Pilar, en Guarnizo.
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