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el astillero. Un nuevo operativo policial y de emergencias actuó de nuevo ayer en los bloques okupados de la calle Ballestas de El Astillero. El objetivo era proceder a retirar los enganches ilegales de luz, agua y gas que continúan proliferando en la urbanización. ... Todo ello a instancias del propio Ayuntamiento y la pedanía de Guarnizo que, junto a los vecinos, llevan años denunciando la situación de «inseguridad ciudadana» y clima «violento» que se vive en la zona debido a los conflictos con los okupas.
Guardia Civil, Policía Local, bomberos y técnicos de los diferentes servicios que se iban a cortar (agua, gas y luz) se personaron en la mañana de ayer frente a los bloques de la calle Ballestas de Guarnizo. En el lugar hay cuarenta viviendas okupadas y no es la primera vez que se monta un dispositivo de este tipo al objeto de retirar los enganches, pero esta vez se han colocado «puertas antiokupas» para evitar o dificultar que puedan volver a sabotear los cuadros de mando de los cuartos de servicio.
Previamente a iniciarse el operativo había mediado denuncia municipal. Los técnicos del Ayuntamiento habían alertado ya «del grave riesgo existente» por los diferentes enganches de suministros básicos a las viviendas okupadas, por lo que han procedido al corte de los mismos.
En el lugar de los hechos, supervisando la operación estuvo también el alcalde de El Astillero, Javier Fernández Soberón, y el pedáneo de Guarnizo, Alejandro Hoz. Según informó el regidor, desde el Ayuntamiento se ha impuesto «una nueva sanción» a la Sociedad de Activos Inmobiliarios de Reestructuración Bancaria (Sareb), que es la propietaria actual de los dos bloques gemelos afectados. Las multas previstas pueden llegar «hasta los 3.000 euros» y se imponen por la falta de acción ante la situación que presenta el edificio que, debido a estos enganches, puede suponer una situación real de peligro para los propios vecinos. «La nula colaboración de la Sareb es una cuestión que se nos escapa de nuestras manos porque la situación es extraordinariamente insostenible y ya hemos tocado todos los palos que podíamos tocar», explicaba ayer el regidor que anunciaba que, a lo largo de las próximas jornadas, se continuará el trabajo para tratar de evitar los sabotajes a los cuartos de suministro y se reforzará la vigilancia policial.
El operativo se prolongó durante cinco horas e implicó a varios cuerpos de seguridad, personal técnico y de emergencias. El regidor insistió en la gravedad de la situación ya que, cuando salían de la zona, fueron avisados de «un fuerte olor a gas» en uno de los portales y tuvieron que volver.
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