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El vicepresidente regional y consejero de Cultura, Pablo Zuloaga, acaba de firmar la resolución que protege el último eslabón del patrimonio minero del hierro que dejó La Orconera entre los municipios de Penagos, Villaescusa y El Astillero. Así, la vieja planta de lavado de mineral ... integrada dentro del recinto del Parque de la Naturaleza de Cabárceno acaba de ser declarada Bien de Interés Local (BIL) y la pretensión a futuro es su conservación y aprovechamiento tanto turístico como cultural. Un proyecto, este último, que aún está por llegar.
La Asociación para la Defensa del Patrimonio Cultural del Valle de Villaescusa lleva años solicitando la protección de los restos del circuito minero. La planta de lavado de La Orconera –que ahora es un BIL y se encuentra en pleno corazón del Parque de la Naturaleza de Cabárceno–es uno de esos vestigios del pasado industrial que supuso «un cambio radical» en el modo de vida de toda la comarca, que pasó de una economía agraria y ganadera de subsistencia a formar parte de una «sociedad industrial moderna». Así reza el expediente que será publicado en breve en el Boletín Oficial de Cantabria, tras la firma del mismo por parte de Zuloaga. «Se pasa de las palabras a los hechos, haciendo realidad una iniciativa promovida por la Asociación para la Defensa del Patrimonio Cultural del Valle de Villaescusa», valoró el vicepresidente regional. Al respecto, Zuloaga destacó el hecho de que, a partir de esa resolución y para proteger la integridad del bien, «toda actuación que se lleve a cabo allí deberá garantizar su conservación».
Desde finales del XIX, las minas de Obregón formaron parte de «un plan modernizador» para las cuales se construyó un ferrocarril de vía estrecha que se inauguró hace siglo y medio y que une este BIL con otros enclaves mineros ya protegidos como bienes inventariados como es el Lavadero de Solía (también en Villaescusa) o el cargadero de El Astillero. «Se cierra así un circuito que pone en valor todo el conjunto del paisaje minero que dejó La Orconera», valoraba satisfecho por su parte el presidente del colectivo conservacionista, Víctor Moreno, que sólo espera que a futuro la instalación, que cuenta con una superficie de más de tres hectáreas en pleno corazón del parque, pueda ser «sostenible» a través de un anunciado proyecto para construir un centro de interpretación minero del hierro.
La protección de este tipo de instalaciones de origen industrial es una «apuesta» que se ha propuesto la Dirección General de Patrimonio en ésta legislatura. «Es una línea que nos hemos marcado en esta Dirección, la valorización de este patrimonio industrial y también el inmaterial que, hasta ahora, había estado un poco abandonado», reflejaba su responsable, Zoraida Hijosa.
La planta de concentración de La Orconera en Cabárceno se encuentra situada junto al recinto de los leones marinos y, más arriba, se halla el resbaladero de materiales y las instalaciones para separar el hierro de la arcilla. La instalación se proyectó a partir de 1968 con la adquisición de la mina por Agruminsa, con el objetivo de realizar el lavado del mineral a pie de mina y evitar el transporte que suponía un alto coste para el rendimiento del mineral que se sacaba. Para cumplir este objetivo se utilizó la última tecnología alemana con la instalación de enormes batidoras (tromel) que lavaban y separaban el material, cribadoras o vibrotamices y, por último, la planta de medios densos, la última en llegar». La antigua planta incluye además sorpresas como estancias sacadas de las cuadernas de barcos, con escotillas incluidas.
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