La Trinchera de Guarnizo
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En el año 1726 se ordenó la construcción de esta defensa parala protección del astillero ante los posibles ataques de la flota inglesajesús maría rivas
Miércoles, 11 de julio 2018, 09:01
Una de las razones que a lo largo de los siglos benefició la instalación de las gradas de construcción de barcos en Guarnizo, fue su situación al fondo de la bahía de Santander, por el abrigo que ofrecía las naves y la seguridad ... que brindaba esta ubicación, ante los probables ataques de las armadas extranjeras, fundamentalmente inglesa, holandesa o francesa; sobre estas instalaciones navieras donde se construían principalmente los galeones y navíos de guerra de la Real Armada española.
Esta precaución por la seguridad estuvo siempre justificada, y sobremanera, después de los acontecimientos de agosto de 1639, cuando los franceses del almirante y arzobispo de Burdeos atacaron el puerto y astillero de Santoña, e iniciaron el ascenso por la ría de Treto, buscando las instalaciones de los astilleros situados en Colindres. Un acontecimiento similar volvió a ocurrir en el año 1719, cuando de nuevo una armada compuesta por barcos franceses e ingleses, desembarcó en la playa de Berria y causó graves destrozos en el arsenal y astillero de Santoña. Estos ataques, dicho sea de paso, supusieron una ayuda importante para el relanzamiento del Astillero de Guarnizo porque ofrecía mayor seguridad en sus instalaciones navales.
Pero la pertinaz insistencia de la armada real inglesa por atacar los astilleros de la costa cantábrica, no cejaba; y allá por el año 1726, se avistó de nuevo a la escuadra inglesa comandada por almirante Jennings, frente a la costa de Santander. Esta situación alarma de nuevo a las autoridades, ante el peligro de que un desembarco de las tropas inglesas pudieran llegar hasta las instalaciones del nuevo 'Astillero de los Navíos' situado en la Playuca y, acabaran destruyendo los navíos en construcción, destrozando y quemando el astillero y apropiándose de los materiales acopiados para la construcción de barcos.
La alarma creada por la presencia de la flota inglesa se transforma en orden de la Corona para que se estudien las medidas necesarias que garanticen una apropiada defensa de Santander y de la Real Fábrica de Bajeles del Astillero de Guarnizo. Así, José de Córdoba, comandante y gobernador de la Villa de Santander, encargó la construcción de varias baterías de costa y refuerza los fuertes de San Felipe y San Martin, entre otros. Además, ordena la construcción de una trinchera en Guarnizo para proteger la Real Fábrica de Bajeles de Guarnizo de un potencial ataque por tierra.
La Corona encargó planos de las nuevas defensas a Luis Langots. Este ingeniero, aunque de origen francés, durante la guerra de sucesión española ha trabajado como Brigadier del cuerpo de ingenieros de Felipe V, y había realizado variadas fortificaciones en Ceuta, San Sebastián, Fuenterrabía o Pamplona. Un hombre con gran experiencia, que realizará unos detallados planos de la Bahía de Santander, desde la costa hasta la base de Peña Cabarga. Estos planos de Langots, fueron utilizados en 1991 como base para la construcción de la maqueta encarga por el Ayuntamiento de Astillero, para la Expo Universal de 1992, en la que se recogen las edificaciones y gradas de los astilleros en el año 1726.
Para situar donde se construyó la trinchera de Guarnizo, vamos a reproducir íntegramente lo que nos dice Nemesio Mercapide, en 1974, en uno de sus libros sobre nuestra historia 'Crónica de Guarnizo y su Real Astillero': «Esta famosa trinchera se aprecia todavía claramente en casi toda su longitud. Arrancaba en 'La Canaluca', siguiendo en línea sinuosa hasta la ermita de los Remedios, continuaba por la actual Escuela de Aprendices y, finalmente, bajaba por la vertiente opuesta hasta las proximidades del río Cabañas a cuyas inmediaciones llegaban las aguas de la Ría del Carmen, o ría de Boo».
La Trinchera de Guarnizo tenía aproximadamente un kilómetro de longitud, y estaba hecha con tepes, tenía forma de prisma hecho con tierra cubierta de césped, a la manera que se hacían los malecones y algunas paredes. La trinchera se construyó a lo largo del año 1726, como se desprende de algún acta de la parroquia de Guarnizo que recoge la defunción de un trabajador de la trinchera y otras denuncias de propietarios por el destrozo de sus terrenos, mientras se ejecutaba la obra de la trinchera.
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