«Adelantar la Batalla supone un importante perjuicio económico»

En declaraciones a este periódico, el presidente de este colectivo, Rafael Aires, lamentó ayer que el equipo de gobierno pejino «simplemente nos hayan informado de su decisión, si tener en cuenta nuestra opinión». «No hay una justificación para adelantar la Batalla de Flores», apunta Aires, al tiempo que deja claro que el año que viene no hay problema con el inicio escolar ni con la batalla de flores de Holanda, que se celebra la semana posterior a la fiesta pejina, en caso de que se mantuviera el último viernes de agosto.

El representante de Acelar va más allá, ya que maneja unos datos que señalan que el adelantar una semana la fiesta pejina supone que la ocupación hotelera baje un 35% y la facturación de la hostelería un 70%. «La diferencia ha sido muy importante tras contrastar los datos del pasado año (cuando se adelantó la fiesta una semana) y los de este (se celebró el último viernes de agosto)».

Aires señala, además, que la idea del equipo de gobierno supone que con el paso de los años la Batalla coincida un día antes en el calendario de agosto. «¿Qué lo van a juntar con la fiesta de la marmita?», interpela. «Nos piden que confiemos en ellos, en que van a hacer una Semana Grande, algo que vienen anunciando desde hace años, pero a la vez nos están haciendo daño».

El presidente de Acelar apunta que durante la comisión de festejos a la que acudieron cuatro grupos de carrocistas hubo división de opiniones, ya que dos se posicionaron a favor de adelantar la fecha, mientras que los otros dos votaron en contra. «No hay unanimidad entre los carrocistas. Podían haber hecho una encuesta popular, eso sería lo ideal», señala Aires, para después recordar que para obtener la declaración de Fiestas de Interés Turístico Internacional «la fecha de la fiesta debe tener una continuidad».

Este argumento lo suscribe al cien por cien el portavoz del PP, Alejandro Liz, quien ayer dejó claro que su postura es, al igual que el pasado año, mantener la fiesta el último viernes de agosto. «Cambiar la fecha es un perjuicio para la fiesta y su difusión, y para el comercio y la hostelería. Este año tiene menos sentido el cambio».

Liz cree que la propuesta del gobierno local responde al «empecinamiento del PRC y de Charo Losa, que se ha comprometido con ciertos carrocistas. Nos parece que esto es manosear la fiesta».