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El final de la ESO llega con un regalo envenenado en muchas zonas de Cantabria. Cuando los estudiantes optan por la enseñanza no obligatoria, sea por cursar bachillerato o un módulo de FP, quedan fuera de la cobertura del transporte escolar. Cada cual tiene que ... buscar el remedio por su cuenta. Muchos lo viven como algo inevitable, al pensar que la suya es una situación excepcional, penalizados por su lugar de residencia. Sin embargo, la realidad es que son cientos las familias que comparten la misma situación.
Fue esto lo que llevó hace ahora un año a cinco Ampas de los IES San Miguel de Meruelo, Marismas y Marqués de Manzanedo de Santoña y Bernardino de Escalante y Fuente Fresnedo de Laredo, a establecer un plan de trabajo común para tratar de poner remedio al problema. En este tiempo han mantenido contactos con la Consejería de Educación y han expuesto la problemática.
Tras la infructuosa reunión del pasado día 5, han decidido dar un paso más allá. «Queremos que la ciudadanía conozca un problema que cada día afecta a cientos de familias de la zona Oriental, y que es extrapolable a otras zonas de Cantabria», explica Patricia Rueda, concejal en Bárcena de Cicero y promotora de una iniciativa que ha decidido sacar a la luz el problema. «Todos los años se acercan padres y madres exponiendo la situación de desamparo en la que quedan sus hijos. Nosotras creemos que se pueden hacer de otra manera las cosas». Por eso, tras coordinarse con las cinco Ampas, comenzaron a moverse.
Tras su toque de atención, existen datos aplastantes que evidencian que es un problema mal resuelto. Las colas de vehículos que se forman a las puertas de los centros de estudios en las horas de entrada y salida son un síntoma de que algo no funciona. Muchos progenitores no tienen más remedio que ejercer de taxistas para sus hijos. Otros han afinado el modelo y se ponen en contacto entre sí para optimizar recursos. Los hay que incluso llegaron a sacarse una licencia Uber para dar cobertura legal a esta forma de trasladarse en previsión de posibles problemas.
«Pero hay otros indicadores que son aún más alarmantes. Como el índice de abandono escolar que se produce al término de la Educación Secundaria Obligatoria. Muchos renuncian a seguir estudiando porque, sencillamente, no tienen la manera de plantarse en su centro de estudios».
Carmen Ureba ha recabado datos de padres y madres que, como ella misma, tienen que desplazarse a diario desde Limpias a Laredo en sus coches. No les queda otra opción porque no hay medios alternativos. «En Limpias no hay ni marquesina para resguardarse, y los horarios de las líneas interurbanas son inexactos. Lo que pedimos es que se optimicen los transportes», señala.
Según el organigrama actual, para Limpias el instituto de referencia es el José del Campo de Ampuero. Mientras están en la ESO tienen servicio de transporte. Pero cuando llegan a bachillerato les queda vedada esa opción. Lo de que el destino sea Laredo ni se lo plantean en Educación. Por eso insiste. «No estamos pidiendo gratuidad. Para eso hay becas. Lo que estamos pidiendo es la posibilidad. Y de momento, nos la niegan», explican ambas.
En el capítulo de daños colaterales, son los propios centros educativos los que padecen las consecuencias en forma de módulos sin alumnos por falta de demanda. «No tiene sentido que no se articule una forma de transporte que permita conectar los centros de referencia de una comarca para que los alumnos puedan acceder a la oferta educativa de su interés». La consecuencia es que muchos centros, al estar supeditados a su área de influencia, no cubren sus plazas y esto se traduce en empresas sin trabajadores cualificados.
Es lo que pasa, por ejemplo, con el ciclo de Mecanizado que imparte el José del Campo de Ampuero. Pero que sería extrapolable a cualquier centro. «¿Cómo garantizarán llegar al nuevo centro de FP Náutico Pesquero de Laredo desde Santoña, Meruelo o Gama?», se preguntan. En la solución, tienen claro que habrá que integrar a la consejería de Educación y la de Transportes, para que pueda adecuar la oferta de itinerarios de las líneas interurbanas.
Incluso deberán entrar los ayuntamientos, para cubrir esas zonas 'ciegas' como la de los barrios del Puntal o La Pesquera en Laredo. Ambas portavoces reconocen que Educación está dando algunos pasos, «pero desde la gratuidad, y sólo enfocada a pueblos en riesgo de despoblación, que no es nuestro caso». Y lanzan una reflexión final. «Está muy bien que en época de fiestas se pongan servicios de búhos para que los jóvenes no tengan que coger el coche. ¿Pero es menos necesario que exista transporte para que los jóvenes puedan estudiar?».
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