'Antuán' contará con un lugar con su nombre en Laredo

Lo anunció este mediodía la alcaldesa, Rosario Losa, en el transcurso del homenaje popular que cientos de vecinos le tributaron en polideportivo Amavisca. La iniciativa de la Asociación de Amigos del Barrio de San Lorenzo, presidida por Félix Fernández, de convertirle en protagonista de la diecinueve edición de su festival benéfico estaba llamada al éxito de antemano. Porque son infinitos los motivos que se podrían poner sobre la mesa para justificar este agasajo vecinal a quien durante décadas ha estado disponible para cualquier causa festiva, social o solidaria que requiriese su concurso. En el lado de los agravios, el casillero está sin estrenar. Porque siempre hizo lo posible y lo imposible por estar a la altura.

Las voces de la Escolanía Aila dieron inicio a una sucesión de actuaciones en las que tomaron parte, además, las alumnas de la academia de baile 'Estrymens' y las deportistas del Club Gym Rítmica Laredo. La recaudación se entregó de forma íntegra a la asociación Amara Cantabria, que reúne a padres de niños con cáncer.

Durante casi dos horas la pista central del polideportivo se llenó de bailes, cantos, vuelos y danzas que el propio aludido siguió a ritmo con sus manos y sus pies. Y a quien poco le faltó para romper el protocolo y sumarse a cada una de las coreografías.

El broche llegó con la presencia de la peña Tío Simón, otra de las imprescindibles cuando se trata de repasar la trayectoria de tan entrañable pejino. Todo el público puesto en pie ondeó las servilletas verdes y blancas dispuestas por la organización en los asientos, mientras el 'Laredo, Bella Ilusión' sonaba como colofón a una cita inolvidable en la que también se interpretó 'La Primavera'.

Antes de esa fiesta final, la pantalla gigante situada frente a la grada principal mostró un montaje fotográfico del álbum personal de este polifacético artista, con sus inolvidables papeles como sardinera, cabaretera y demás caracterizaciones sólo al alcance de un genio como él. Tampoco faltaron sus incursiones en el séquito de Sus Majestades de Oriente o su ajetreo tras la barra del mítico 'Ond'antuan', en plena Ruamayor, donde comenzó la épica de los respigos tras décadas de haber servido de bocado de subsistencia. Incluso hubo un guiño a 'la boda del siglo' que fue la que le unió para siempre a su inseparable Rosa, con quien fundó un hogar que completan sus hijos Alberto y María.

A este pejino de verbo fácil se le quebró la voz cuando el periodista Noé del Río, presentador del acto, le cedió el micrófono. 'Pajarito' sólo alcanzó a agradecer de corazón a todos los presentes por su cariño, en mitad de una ovación que para entonces ya duraba siete minutos y que sólo amainó porque, como bien sabe el bueno de Antuan, el show debía continuar.