Aparece en Laredo el cadáver de un cachalote pigmeo, una especie rara de la que se sabe «muy poco»

El cuerpo del pequeño cachalote presentaba heridas, aunque Diego de Vallejo, divulgador medioambiental y responsable de comunicación de Revarca, cree que se deben a los golpes con rocas que se pudo dar una vez fallecida. Así lo explica en el vídeo publicado a través de las redes sociales de la Red en el que se puede ver a la hembra y a vecinos curiosos que se han acercado hasta la zona para ver al singular ejemplar.

«Se sabe muy poco de esta especie. Son animales que no llegan a medir mucho. Se le distingue porque tienen dientes solo en la mandíbula de abajo, la frente muy abultada (como todos los odontocetos) porque con el melón detectan las presas en las profundidades y se le dibujan las costillas, cosa que no es buena señal, debería estar bastante más gordita», explica de Vallejo.

Como curiosidad, a esta especie se le suele confundir de lejos con un tiburón porque tiene en el costado, donde irían las branquias, una línea blanquecina que engaña, pero nada tiene que ver con el animal marino que aterra a los bañistas. El pigmeo es un mamífero.

No existen muchos datos científicos de esta especie, únicamente se les conoce por los resultados de los análisis, y los métodos de avistamiento no son del todo fiables, ya que no es fácil que se dejen ver y mucho menos por la costa cantábrica. Además, bucean por tiempo muy prolongado y suelen confundirlos con su congénere: el cachalote enano.

En 2008, esta especie entró en la Lista Roja de Especies Amenazadas (IUCN) por los datos insuficientes que hay sobre ella y por la falta de certeza en la población mundial.