«Vamos a hacer todo lo posible para que las piscinas de Laredo estén abiertas entre septiembre y octubre»

Ocho años de «inutilidad» son los que arrastra la piscina municipal de Laredo. Ahora, con el cambio en el Ayuntamiento de la villa pejina, el alcalde Miguel González (PP) fija su reapertura como una prioridad y un «reto personal« para el Consistorio.

Según explica González, «el anterior equipo de gobierno dejó la piscina muy bonita solo por fuera, es como si pintas un coche pero el motor no funciona». Hace referencia a la rehabilitación que finalizó el pasado mes de marzo y para la que se celebró un encuentro de puertas abiertas. Una cita, convocada de cara a las elecciones del 28 de mayo, que anticipaba una reapertura que los laredanos tardarán todavía algunos meses en ver.

«Vamos a hacer todo lo posible para que las piscinas estén abiertas entre septiembre y octubre». El regidor asegura que el equipo de gobierno está centrando sus esfuerzos en arreglar las instalaciones para que, entre otras cosas, el equipo de natación de Laredo no tenga que entrenar en la vecina localidad de Colindres. Además, se muestra preocupado porque «la juventud de la villa no conoce la piscina», algo que pretenden solucionar.

El anterior equipo de gobierno, formado por PSOE como fuerza más votada y PRC y SSPL como apoyos, dejó instaladas máquinas nuevas pero sin conectar y con la garantía caducada. Su compra se produjo hace más de dos años, lo que ha traído retrasos en su puesta en marcha. En concreto, el regidor señala un ventilador roto «de 3.400 euros» que la garantía no cubría.

La empresa instaladora reclamó a la adjudicataria que colocara ese elemento sin obtener respuesta. Un problema que se alargó más de un año, según explica González, «con conocimiento del equipo de gobierno». Ahora, el alcalde ha encargado a la empresa el ventilador. «Cuando llegue, dentro de dos o tres semanas, se colocará y la empresa instaladora se ha comprometido a poner todo en marcha».

A esto se suma que el sistema antiincendios estaba instalado pero sin activar, el primer edil añade que «si hubiera pasado cualquier cosa no hubiera habido agua para apagar fuegos».

Si todo va como el Consistorio plantea, en los próximos meses, «en cuanto todas las máquinas estén en funcionamiento», la piscina municipal reabrirá después de su cierre al público en 2015.

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