El CEIP Pablo Picasso de Laredo celebra una vuelta al cole «de cine»

Todos menos los 190 niños del CEIP Pablo Picasso de Laredo, donde el comienzo de las clases se ha celebrado este jueves, como desde hace ya cinco cursos, de manera diferente. Allí eso de llegar al aula y reencontrarse con los profesores de años pasados o conocer a los nuevos se hace de una forma bastante peculiar. Este año, la temática elegida por el colegio para hacer más atractivo el arranque del curso ha sido el cine, de modo que la bienvenida a clase ha tenido lugar en la alfombra roja y ambientada con algunas de las bandas sonoras más conocidas del séptimo arte.

El equipo docente -con la colaboración del Ayuntamiento de Laredo- ha preparado una gala al estilo de los premios Óscar para inaugurar el año escolar con una proyección elaborada por ellos mismos, photocall para inmortalizar el primer día y entrega de estatuillas para los profesores en el reparto de clases. Una mención de honor ha merecido el personal del centro, cuyo conserje también ha subido al escenario a recoger su Óscar.

Pero el evento va más allá de una fiesta, puesto que, como ha explicado Samuel Vada, el director del CEIP, «el colegio se ha convertido en una academia de cine», es decir, en realidad se trata de una actividad educativa que se alargará durante todo el curso por la que alumnado va a redactar guiones, producir cortometrajes y conocer los entresijos del mundo cinematográfico.

Vada también ha señalado que el Pablo Picasso es un centro muy familiar. Desde su apertura en 1985, el colegio trabaja con un proyecto pedagógico innovador que prima la atención a la educación emocional de los alumnos, y aunque los llamativos inicios de curso del CEIP pueden atraer nuevas incorporaciones, su director confiesa que no quieren que el colegio crezca más, porque está lleno y para mantener su carácter cercano.

En la cita no han faltado las autoridades como el Consejero de Educación, Sergio Silva, o la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, que han acudido para celebrar el inicio del curso escolar, dando la bienvenida a los más de 8.300 docentes de educación pública y concertada que desempeñarán su trabajo este año, a los que la presidenta ha querido transmitir que «el Gobierno regional trabaja en la mejora de sus condiciones laborales y en que se dediquen a enseñar y no a resolver trámites burocráticos».

En sus declaraciones, Buruaga se ha comprometido a hacer realidad anuncios «viejos» como la reducción gradual de las ratios de primaria a 20 alumnos por clase. Además, ha subrayado la apuesta de su Ejecutivo por la escolarización temprana con la apertura de 26 aulas de un año y «el objetivo de llegar a 50 en 2025», no solo para ayudar a la conciliación sino para detectar problemas de aprendizaje en el futuro.

Buruaga ha asegurado su compromiso para avanzar en un modelo de mayor calidad, más inclusivo -con 16 nuevas aulas de educación especial- y con más peso para las competencias digitales y los idiomas. Asimismo garantiza el aumento del gasto en Educación hasta un mínimo del 5 % del PIB regional. También ha destacado las más de medio centenar de obras de mejora en varios centros de la región.

Este viernes, a los alumnos de educación infantil y primaria se sumarán los estudiantes de secundaria y bachillerato. En total, más de 87.000 alumnos que suponen una cifra total parecida a la del año pasado, aunque en la etapa de infantil y primaria habrá este curso unos 1.700 escolares menos, reflejo de la baja natalidad de la región según ha señalado la presidenta.