El Centro de Interpretación de Carlos V reabre de la mano de El Palenque

El propio emplazamiento de la muestra está rodeado de encanto ya que se inserta dentro de la antigua muralla defensiva de Laredo. Una puerta torre que en la actualidad constituye uno de los puntos de encuentro principales de los peregrinos del Camino de Santiago con la villa pejina. La exposición incluye un recorrido histórico por aquellos años que enmarcan la llegada del todopoderoso Emperador a Laredo tras su abdicación, camino de su retiro vital en Yuste. Entre las múltiples curiosidades, se podrá contemplar una maqueta con el corte transversal de una réplica del barco Espíritu Santo, en el que recaló en la dársena laredana tras una singladura en la que los temporales causaron estragos en la flota acompañante. Cuenta la leyenda que aquella plegaria original que realizó al poner sus pies en tierra, que arranca con aquel «Salve, oh madre común de todos los mortales…» está en el origen de la denominación de la majestuosa Playa Salvé laredana.

También se exhibe un cañón o culebrina de bronce del siglo XVI recuperada de la bahía de Laredo. También se puede contemplar la indumentaria del Emperador y sus hermanas que siguen luciendo en la recreación de aquella llegada en 1556 al muelle laredano. Entre los elementos expositivos el visitante podrá adquirir una noción sobre la vida cotidiana de aquél pueblo eminentemente pescador y tomará contacto con la peculiar indumentaria de Cantabria , muy presente en los códices que recopilan los trajes europeos de la época del Renacimiento. Precisamente estos trajes serán el eje de una próxima exposición monográfica en la galería Rúas. A modo de curiosidad, también se reproduce el retrato de Isabel de Portugal que el propio 'Sire' llevó al monasterio de Yuste. E incluso se recrea la silla de mano o litera en la que afrontó gran parte de dicha travesía por tierras castellanas hasta Extremadura.

Con estos elementos desde El Palenque tratan de dar contexto a los fastos que Laredo organiza en el mes de septiembre para conmemorar un episodio grabado con letras de oro en la historia local. Aquel viaje original tuvo lugar el 28 de septiembre de 1556. Durante su estancia legó a la Villa de Laredo dos facistoles (atriles para los libros litúrgicos) y dos ternos litúrgicos (piezas de vestimenta litúrgica ornamental). La exposición recuerda a familias de navieros y mareantes importantes de la villa como los Villota, los de la Obra, los Cachupines y los Escalante. Reflejo de su importancia es que los Cachupines de Laredo aparecen nombrados en 'El Quijote'. También datos curiosos de la época nos muestran el gran auge que vivió Laredo. La puerta de San Lorenzo fue restaurada por la Escuela Taller de Laredo -artífices también de la mencionada silla de mano-, recuperando un elemento arquitectónico de incalculable valor que hoy es sede de una muestra extraordinaria.