Convocan una concentración contra el desalojo del Mercado de Laredo

En dicho encuentro les trasladaron la existencia de un proyecto de remodelación del histórico edificio para el que se recibirán 700.000 euros de fondos europeos. Como condición para llevarlo a cabo, se instalará en ese lugar la Oficina de Atención al Peregrino. Una iniciativa a la que los comerciantes no se oponen, siempre y cuando se respete su derecho a seguir allí.

Sin embargo, Pedro Diego les comunicó la determinación de desalojarlos «antes del próximo 15 de enero» sin ofrecer ninguna alternativa y sin garantía alguna de poder regresar a sus puestos una vez finalicen las obras, según afirman los afectados. Una forma de obrar que ha causado «tristeza, malestar e indignación» entre los comerciantes, que consideran que «no son formas de tratarnos, después de que algunos llevemos aquí más de 50 años. Algún derecho tendremos», destacan.

Desde que la noticia fue dada a conocer han recibido una oleada de solidaridad que contrasta con la actitud del equipo de Gobierno. «Echamos de menos un gesto de cercanía y de tranquilidad de la alcaldesa», explica Mercedes Pardo, 'La Flehera', mientras conversa con Carmina 'la de las flores' y viven con incredulidad lo que se les viene encima.

El pasado viernes un agente de la Policía Local acudió a levantar acta del número de puestos ocupados y de las personas que los regentaban. Una presencia por mandato del departamento de Urbanismo, encargado de tramitar los expedientes que se traducirán en una carta con el aviso del inminente desalojo.

Los comerciantes aclaran sus reivindicaciones. «Por supuesto que estamos a favor de que se arregle el Mercado, y tampoco tenemos nada en contra de ubicar aquí lo de los peregrinos. Pero queremos que nos garanticen que vamos a regresar al mercado cuando las obras concluyan. Y mientras se alargan los trabajos, que nos reubiquen, como se ha hecho siempre en el pasado».

En su llamamiento piden a los vecinos de Laredo «que acudan para expresarnos su solidaridad. Necesitamos sentirnos respaldados ante esta situación injusta». El Ayuntamiento esgrime que las concesiones ya vencieron hace más de una década. «Pero hemos seguido pagando puntualmente las tasas correspondientes. No nos pueden tratar así, el mercado es nuestra vida», concluyen.