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«Entró en el local, desenfundó el arma y pegó un tiro que pasó a treinta centímetros de mi cabeza. Algunos amigos echaron a correr ... y una chica llamó a la policía. Amenazaba diciendo: 'Mirad cómo huele a pólvora', y advirtiendo que me pegaría un tiro en la cabeza si llamábamos a la policía. Fue de película. Tenemos miedo a encontrárnoslo por el pueblo». Este es el testimonio de uno de los cinco jóvenes que vio como el pasado domingo, de madrugada, un vecino de Laredo, de 49 años y con antecedentes penales, irrumpió en un local privado que tienen en la villa, y efectuó tres disparos, sin que hubiera que lamentar heridos. Hechos por los que fue detenido como presunto autor de un delito de tenencia ilícita de armas y amenazas graves.
Según informó este martes la Guardia Civil, hubo un incidente previo que dio lugar a este suceso. Pasadas las diez de la noche del pasado sábado, el detenido circulaba con un vehículo y colisionó contra otro que se encontraba frente al reseñado local de los jóvenes, que está ubicado en la urbanización Los Sauces, en la Avenida de los Derechos Humanos. Hasta el lugar se desplazó una dotación de Policía Local de Laredo para la instrucción de diligencias por el accidente, dando positivo en la prueba de detección de alcohol en la conducción el citado hombre.
El vehículo contra el que colisionó era de uno de los jóvenes que se encontraba en el local. «Una vez finalizadas las diligencias el hombre abandonó el lugar sin problemas», relata la Benemérita. Sobre las 02.15 horas ya del domingo, el hombre que tuvo el accidente se personó en el local, donde se encontraban en esos momentos cinco jóvenes.
Tras unas breves palabras relacionadas con el accidente y dirigiéndose a uno de los jóvenes, empuñó un revolver y efectuó un disparo, momento en el que dos de los chicos se escondieron en el baño, aprovechando para llamar a la Guardia Civil.
Al escuchar el citado hombre que se alertaba de su presencia en el local, efectuó otros dos disparos, al tiempo que conminaba a salir a los que se encontraban en el baño, o dispararía directamente a uno de los jóvenes. Tras estas amenazas comentó que salía a recargar el arma, dirigiéndose a un vehículo que estaba en el exterior del local. Cuando pretendía entrar nuevamente fue interceptado por la Guardia Civil. En ese momento los agentes le encontraron oculto en la cintura el revólver municionado con seis cartuchos, por lo que fue detenido. Además, en el vehículo encontraron otros 44 cartuchos del mismo calibre que el arma. El hombre no estaba autorizado para portar dicho revólver, que, según informó el instituto armado, será remitido al Servicio de Criminalística para su estudio y análisis.
Según detallaron este martes fuentes de la Benemérita, el detenido, que ya ha sido puesto en libertad con cargos tras pasar a disposición judicial, cuenta con antecedentes penales.
En este sentido, un conocido abogado de la villa relató este martes a este periódico que en un juicio por lesiones y amenazas solicitó orden de protección para su cliente apelando al riesgo que representaba esta persona. «Me denegaron la medida tanto el Juzgado de Laredo como la Audiencia y desgraciadamente este suceso abona mi tesis del riesgo que representaba esta persona».
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