

Secciones
Servicios
Destacamos
Hace siete días (el viernes 20 de abril) pillaron a B.P.C. aporreando con una piqueta la puerta de la iglesia de Treto (Bárcena de Cicero), después de haber destrozado también el portal de acceso al pórtico. Eran las cinco de la madrugada, pero hubo testigos y acabó detenido antes de que se llevara nada del templo. De poco valió aquel arresto -el número veinte de su historial delictivo-, porque solo dos días después (el día 22) volvió a las andadas en Laredo, donde cometió -presuntamente- numerosos robos con fuerza en el interior de vehículos. Igual que en el caso de Treto, para llevarse lo que fuera empleó una saña desmedida con los coches, rompiendo sus cristales, los habitáculos interiores y rociándolos después con los extintores. Todo «con una intención claramente dañina», explica la Guardia Civil.
B.P.C. tiene 40 años y acumula robos por toda Cantabria. Al de Treto y los de Laredo, suma otros cometidos en Solórzano, Cabezón de la Sal, Hermandad de Campoo de Yuso, Los Tojos, San Vicente de la Barquera y Reinosa. Esta vez (la última, que se sepa), en solo una noche cometió -presuntamente- cinco robos con fuerza en el interior de vehículos, otros dos delitos de daños en los mismos coches y un delito de daños más en el garaje donde estaban algunos de los vehículos violentados.
Según cuenta la Guardia Civil, en la madrugada del pasado domingo se cometieron cinco robos en coches estacionados en las calles próximas a una urbanización de Laredo y también en el garaje del mismo recinto residencial. El autor había fracturado los cristales de varios de ellos y sustraído diferentes efectos de su interior. También provocó daños de consideración en otros dos coches y destrozos dentro del propio garaje. La patrulla que se desplazó a la zona observó que, además de los robos perpetrados, en algunos de los vehículos se percibía intención «dañina», al haber sido rociados con extintores de incendios o con fracturas en sus habitáculos interiores y salpicaderos. Además, para reducir la posibilidad de ser visto, el ladrón golpeó el alumbrado del garaje.
En las inspecciones realizadas en algunos de los coches aparecieron efectos que resultaron proceder de otros que habían sido asaltados. De esta manera, los agentes pudieron reconstruir una secuencia de cómo sucedieron los hechos.
Además, luego se supo que esa misma madrugada la Policía Local de Laredo había identificado a un hombre que portaba dos bolsas con numerosos efectos de los que no pudo acreditar la procedencia, por lo que le fueron intervenidos. Y resulta que, entre esas cosas, había documentos de uno de los coches robados, aunque en ese momento a la Policía no le constaban los robos previos.
Finalmente, B.P.C. fue detenido otra vez el día 24 en una intervención conjunta por parte de componentes de la Guardia Civil de Laredo y Castro Urdiales.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.