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Cientos de laredanos han acudido este mediodía a la jornada de puertas abiertas de la piscina municipal de Laredo. Una cita de tintes netamente preelectorales que ha servido para conocer el nuevo aspecto de una instalación que lleva cerrada desde hace casi ocho años. Su apertura real aún tendrá que esperar varias semanas, como mínimo, hasta culminar la formalización de la adjudicación a la empresa Sima Deportes y Ocio SL, que explotará los servicios durante los próximos cuatro años.
Los elogios a los trabajos realizados han sido casi unánimes entre quienes han accedido a las instalaciones. Por encima de todas las valoraciones, la gran luminosidad del espacio principal resalta como el aspecto más novedoso. Sin dejar a un lado el remate de la cubierta y la creación y distribución de los nuevos espacios. Las zonas de vestuarios, con áreas específicas para los más pequeños, también han llamado la atención de las personas que han acudido con curiosidad e ilusión a ver este equipamiento.
La jornada también ha servido para que los responsables políticos tanto del Ayuntamiento de Laredo como del Gobierno de Cantabria hayan puesto en valor el logro de una infraestructura a punto de recuperar su utilidad. Todo ello tras 38 meses de obras en unos trabajos adjudicados por 1,2 millones de euros con un plazo de ejecución de 12 meses. La alcaldesa de Laredo, Rosario Losa, el vicepresidente de Cantabria, Pablo Zuloaga, el concejal de Obras, Pedro Diego, y el concejal de Deportes, Ricardo Lombera, han celebrado la entrada en la recta final de estas actuaciones.
Chocante ha resultado escuchar a los responsables socialistas locales y regionales alardear de haber desbloqueado tanto la piscina como el hospital comarcal. «Las obras de la piscina y del hospital eran dos temas prioritarios que se encontraban muy enquistados en Laredo y que hemos logrado desarrollar en esta legislatura», ha manifestado Rosario Losa. La regidora ha olvidado mencionar que fue durante la anterior legislatura, con ella formando parte del equipo de Gobierno, cuando ambos proyectos quedaron «muy enquistados». Y que, en lo tocante a la piscina, quedó desbloqueada a las primeras de cambio hasta el punto de que las obras se iniciaron en noviembre de 2019. Tres años tardaron en licitar su servicio sin aclarar el motivo de semejante retraso.
El concejal de Obras del Ayuntamiento de Laredo, Pedro Diego, ha explicado que el procedimiento de las obras de la piscina «ha sido duro», como forma de referirse a que los trabajos han triplicado el plazo previsto, sin haberse incoado expediente sancionador alguno contra la empresa por su demora. «No sólo hemos conseguido tener una instalación pública en condiciones sino que hemos conseguido hacer una recuperación patrimonial de uno de los edificios más importantes de Laredo conservando esa fachada principal», ha añadido.
Los visitantes han recibido información a través de un folleto de las tasas que estarán en vigor y que se mantienen intactas respecto a las establecidas en 2017, cuando la instalación ya llevaba dos años cerrada.
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