Las enfermeras del CAD de Laredo denuncian su «insostenible» situación

Las profesionales reconocen que, debido a estas incidencias «la calidad de los cuidados de enfermería se ven seriamente perjudicados» para el centenar de residentes que acoge este servicio. «El personal se encuentra cada vez más cansado tanto física como psicológicamente y tanto el ICASS como Función Pública del Gobierno de Cantabria no dan soluciones al asunto».

Su sobreesfuerzo, que se prolonga desde hace meses, no es compensado económicamente sino que se retribuye por días de libranza que, en la práctica, resultan imposibles de disfrutar, por lo que acumulan jornadas pendientes del pasado ejercicio. A todo ello se suma el «sentimiento de culpabilidad» al ver cómo el disfrute de las reducciones de jornada a las que tienen derecho se traduce en una sobrecarga para sus compañeras.

Según explican estas trabajadoras, la principal causa que justifica la dificultad para encontrar personal disponible es que, a pesar de pertenecer a una Administración Pública, los años de experiencia en estos centros no son reconocidos como mérito por el Servicio Cántabro de Salud.

Una cuestión «inexplicable», en palabras de estas enfermeras, que exigen como primera medida que se revierta esa contradicción y se contabilicen los años de experiencia en estos centros como si lo fuesen en el SCS. De hecho, si cualquiera de estas trabajadoras optase a una plaza en los servicios de salud de fuera de Cantabria, su experiencia sí les otorgaría puntos, frente al cero con el que se les valora en nuestra región.

En su tabla reivindicativa, reclaman la apertura de bolsas extraordinarias de enfermería por parte del Gobierno de Cantabria. Al mismo tiempo, solicitan que se autorice al Colegio de Enfermería para dar difusión a la existencia de estas vacantes y que las tituladas interesadas puedan llevar sus curriculum a la sede del Gobierno de Cantabria en Peña Herbosa donde tiene su base Función Pública. Precisamente a este organismo le reclaman que faculte al Emcam para que dé difusión a nivel nacional de las plazas pendientes para permitir que recalen en los Centros de Atención a la Dependencia profesionales que contribuyan a subsanar estas deficiencias.

La situación «límite» en la que se encuentran, y su temor a que el panorama se agrave los próximos meses, les ha llevado a hacer pública una situación que en las últimas semanas han tratado de arreglar siguiendo los cauces internos. Así, el pasado 2 de febrero mantuvieron una reunión con Antonia Mora, directora del Icass y su equipo donde les explicaron que la cuestión de las bolsas de enfermería dependía de Función Pública.

El 16 de febrero, en una reunión de los sindicatos con representantes de Función Pública se acordó dar visibilidad a las vacantes en el Colegio de Enfermería y difundir las ofertas a través del Emcam. Este organismo les matizó que las ofertas requerían la aprobación del Icass o de Función Pública, autorización que sigue a la espera, entre otras razones porque, según estos últimos «la llegada de muchos curriculums podría colapsar el trabajo».

En su hartazgo, denuncian que el propio vicepresidente del Gobierno, Pablo Zuloaga, fue puesto al corriente de la situación durante la visita que realizó el pasado 19 de enero al CAD de Laredo para destacar el esfuerzo inversor del Gobierno para garantizar el «envejecimiento activo» de los mayores.