El futuro parque empresarial de Laredo avanza en su tramitación como PSIR

Se trata de un proyecto que prevé movilizar por fases, según demanda, hasta 515.000 metros cuadros en una ubicación estratégica, al pie de la conexión con la autovía A-8. El terreno elegido es una superficie sin apenas desnivel y en la que tiene accesibles las infraestructuras básicas. Su emplazamiento es anexo al actual Polígono Industrial de La Pesquera, inaugurado en el año 1998. De hecho, el desarrollo del nuevo equipamiento permitirá la ordenación de la franja de terreno que existe entre el polígono industrial y la carretera N-634.

El consejero de Industria, Turismo, Innovación, Transporte y Comercio, Javier López Marcano, que también es presidente de Suelo Industrial de Cantabria (Sican), ha insistido en la prioridad de este proyecto, que contó en su día con la unanimidad de los grupos políticos municipales, añadiendo que «Laredo, como lugar estratégico de Cantabria para el desarrollo industrial, no puede estar sin disponer de suelo para la ubicación de empresas».

El consejero se ha referido al espacio productivo que se dispondrá para Laredo y también para la zona oriental y la cuenca del Asón, «objetivo para el que vamos dando los pasos para que sea una realidad». Marcano ha añadido que «vamos a incrementar notablemente ese suelo productivo, con un polígono de una dimensión relevante, que alentará la puesta en marcha de nuevos proyectos para producir riqueza y generar empleo», ha señalado.

Por su parte, la alcaldesa de Laredo, Rosario Losa, ha destacado que «este nuevo paso hacia adelante en la tramitación es una gran noticia para los laredanos». En este sentido, ha indicado que «es muy positivo que continuemos avanzando para que este proyecto pueda ser, en un futuro próximo, una realidad en Laredo».

El futuro Parque Empresarial es una aspiración de Laredo desde que dicho polígono industrial agotó las parcelas disponibles, ocupadas de manera casi exclusiva por las fábricas conserveras que encontraron aquí su acomodo tras abandonar su emplazamiento original en el entorno del puerto pesquero. Las escasas parcelas sobrantes fueron rápidamente ocupadas por otras empresas auxiliares, así como por equipamientos como el Parque de Emergencias del 112, así como la nave de la Brigada Municipal de Obras. Durante las últimas legislaturas, ha habido ambiciosas iniciativas de inversión que sistemáticamente han sido derivadas a otras zonas de Cantabria, y lo que es peor, a las comunidades limítrofes, al carecer de un área en el que favorecer su instalación.

El intento más serio por contar de un área de desarrollo empresarial que atendiera la demanda de profesionales y empresas de distinta dimensión y calado por asentarse en el municipio cabecera de la comarca del Asón se fraguó en 2015, cuando se aprobó un nuevo Plan General de Ordenación Urbana, que contemplaba en la misma zona que la dispuesta por el PSIR una superficie de 540.000 metros cuadrados. Sin embargo, la anulación del PGOU, dispuesta en primera instancia por el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria en el año 2018, y ratificada en el año 2019 por el Tribunal Supremo, devolvió todos los esfuerzos a la casilla de salida.

Visto el cariz de los acontecimientos, el 28 de junio de 2018, el Pleno del Ayuntamiento de Laredo aprobó, por unanimidad, solicitar a la Consejería de Industria su intervención a través de un instrumento de planificación territorial para desbloquear la creación de suelo industrial, como es la declaración del PSIR. En dicha determinación tuvo peso la certeza de que, a corto plazo, resultaba una quimera contar con un nuevo PGOU, por lo que resultaba urgente una alternativa.

Hubo que esperar a que arrancase la presente legislatura para que dichas expectativas se tradujeran en un proyecto real. El Gobierno de Cantabria compartía el carácter estratégico de la aspiración laredana, y acabó por darle forma en febrero de 2021, cuando fue declarado Proyecto de Interés Regional.

Seis meses después, en agosto de ese mismo año, se adjudicó por 140.000 euros la redacción del PSIR a la empresas Roberto Morado y Magdalena Pi, integradas en una UTE para el desarrollo de esta iniciativa.