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«Como casi todos los días desde hace unos meses, tenemos que trabajar en la calle Menéndez Pelayo con las puertas de nuestros comercios cerradas para evitar que entren ratas». Así comienza la denuncia pública que colgó este lunes Susana, de la Mercería Juani, en ... su muro de una red social, impotente al ver que sus escritos dirigidos al Ayuntamiento parecen haber caído en saco roto.
Su queja es compartida por el resto de comercios de este tramo inicial de la conocida como calle del Paseo, que arranca desde el viejo Ayuntamiento y se prolonga hasta el túnel de la Soledad. La existencia de solares abandonados, unido al paso por su subsuelo del antiguo bullón, convierten esta céntrica avenida en un lugar que requiere un especial cuidado para evitar que las plagas de roedores campen a sus anchas.
«Presenté el escrito y no me han dado ningún tipo de respuesta», protesta Susana, que sabe de lo que habla en cuanto a los estragos que estos visitantes indeseables pueden causar en su negocio. «En la planta superior de mi local, que uso como almacén, llegaron a hacer un nido y me arruinaron todo el género. El seguro no me abonó nada, y yo tuve que pagar más de 600 euros a una empresa de desratización para acabar con el problema tras dos meses de pesadilla. No aguanto más», estalla.
A su lado, Finita y María, de la Peluquería Laura, corroboran su malestar. «Ayer mismo nos entró una rata y logré echarla con una escoba», explica María. La escena fue presenciada por unos clientes del bar Julia's, que vieron cómo la intrusa se escabullía en un abrir y cerrar de ojos por unos tubos para ponerse a salvo.
«Nosotras tenemos que tener la puerta del bar cerrada para evitar que entren. Porque si pasan dentro y devoran los cables de la luz el destrozo que pueden hacernos es enorme», explican Julia y Esther desde el establecimiento hostelero.
Desde el Ayuntamiento de Laredo, el concejal de Medio Ambiente, Juanjo Revuelta, aclara que «todos los escritos son revisados y atendidos. Y dan lugar a un protocolo». En este caso, se pone en conocimiento de FCC, la empresa adjudicataria del servicio de limpieza viaria. Y ellos, a su vez, avisan a una empresa especializada en la erradicación de este tipo de plagas. El edil da una clave temporal que puede explicar por qué se ha registrado una proliferación de ratas en la zona. Semanas atrás se procedió a acondicionar un solar como base para una nueva agrupación de carrocistas. «Cuando los trabajadores despejaron el terreno, se desencadenó una estampida de ratas que corrían en todas las direcciones». Unas tomaron rumbo hacia el muelle, otras treparon hacia la Puebla Vieja, y otras se dispersaron por toda la calle Menéndez Pelayo.
La empresa de desratización ha procedido a colocar cebos venenosos. «Pero tardan diez días en hacer efecto y requieren varias oleadas». «Esperamos que pronto esté solucionado».
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