![Laredo acata las restricciones de agua](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202208/06/media/cortadas/75453907-kK9--1248x830@Diario%20Montanes.jpg)
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El cierre del grifo de fuentes públicas, duchas y lavapiés decretado en la madrugada del jueves por la alcaldesa de Laredo marcó ayer las conversaciones de calle, barra y terrazas en la villa. La inmensa mayoría defiende unas medidas anunciadas de forma preventiva para ... evitar otras más drásticas que podrían afectar al uso cotidiano de un bien tan preciado. «Si no queda más remedio...», resumían varios pejinos en una tertulia improvisada bajo los arcos del viejo Ayuntamiento. Todo en mitad de una calma chicha a la espera de cómo evoluciona las previsiones meteorológicas.
Precisamente el hecho de que durante la jornada de ayer la lluvia hiciese acto de presencia, aunque fuese de manera tímida, movió a más de uno a expresar su escepticismo con las medidas avanzadas en el bando. Ajenos al debate, Mari Carmen Jiménez y José Luis Gartzia, un matrimonio de Mondragón que había acudido a la playa junto a sus dos nietos pequeños, se apresuraba a sacudirse la arena junto a la balaustrada de la playa a la altura de las 'Casas Amarillas'. A su lado, las duchas permanecían precintadas. «Es un poco incordio que no salga agua», reconocían.
Eso sí. Enseguida se mostraban comprensivos con la medida: «Si han venido así las cosas, tampoco es para ponerse a protestar tanto». Y se aventuraban a esbozar una teoría. «Supongo que sea porque Laredo no tiene depósitos ni pantanos. En Gipuzkoa hay pantanos a punta pala», señalaba José Luis.
Ricardo Martín | Bilbao
Margarita Bustío | Laredo
Sergio Sáinz | Laredo
A pocos metros de allí, Ricardo Martín acababa de recoger a su hija del Centro de Tecnificación de Vóley Playa. Este bilbaíno, con segunda residencia en Laredo, coincidía en mostrarse comprensivo con lo dispuesto por la alcaldesa. «Pues hombre, si el pueblo tiene esa necesidad y hay poca cantidad de agua, es lógico que se tomen ciertas restricciones, porque lo principal es tener garantizado el suministro para el uso diario de cocinar, ducharse en casa y lo que sea», remarcaba.
La fuente de la Plaza Cachupín, que hasta la misma noche del jueves lucía sus chorros en todo su esplendor, amaneció el viernes apagada y seca. Junto a ella, el laredano Sergio Sáinz señalaba que «en el momento en el que estamos y con la sequía que tenemos, me parecen medidas oportunas». Pero iba más allá. «Otra cosa es lo que pienso del estado de parques y jardines. Antes de la sequía, ya estaban los jardines achicharrados, la hierba amarilla, y creo que eso no es de recibo en un sitio turístico como Laredo». En este sentido incidía en que «podría haber otro tipo de riegos, o tener depósitos de agua no potable para regar parques y jardines, o incluso para regar las calles, que yo recuerdo que de niño se hacía», denunciaba. Finalmente, este laredano añadía que «las duchas de las playas tendrían que ser con fichas, gratis para los laredanos, y con precio simbólico para los visitantes, que colaborarían así en su mantenimiento».
Metros más adelante, el también laredano Pedro Amado Lucio señalaba que el cierre de grifos públicos «si es para bien, me parece una decisión normal, aunque no sé en qué medida se basan para restringir el agua. Porque, además, muchas de esas fuentes están siempre apagadas, con lo cual tampoco será mucho el ahorro», objetaba. «El tema es que hasta ahora siempre ha llovido mucho y nunca se habían tomado medidas por si el día de mañana llegase otro verano como este», razonaba.
Con el foco de atención mediática puesto en el municipio costero, los empresarios asistían expectantes al arranque de las medidas. Margarita Bustío Gutiérrez, propietaria de la cafetería Menfis, lo tenía claro: «Me parece perfecto. Si tenemos problemas con el agua, habrá que cortar un poquito el grifo, porque por ahí se tira mucha agua». De momento no se muestra especialmente inquieta. «Como negocio nos puede llegar a preocupar si la situación se alarga en el tiempo».
Y resumía las opiniones que se escuchan a pie de barra: «No entienden que si hay agua no potable que podemos coger con las púas esas famosas, por qué no la utilizamos para regar las Alamedas».
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