Laredo agrupa en un único contrato la gestión integral de su piscina cubierta

Así se recoge en el pliego de condiciones técnicas, donde se detalla capítulo a capítulo cada una de las áreas a las que dar cobertura. De esta forma, en lo referente a las características de las actividades deportivas, incluye la iniciación multideportiva, la gimnasia de mantenimiento para la tercera edad, servicios de pilates, meditación y relajación, actividades aeróbicas con música, escuela de natación, natación para bebés y natación terapéutica o adaptada. En lo referente al mantenimiento, se especifican las actuaciones en materia de saneamiento y alcantarillado, cubiertas y bajantes, pinturas y acabados, así como albañilería, carpintería, fontanería, electricidad, producción y distribución de frío, calor y ventilación, mantenimiento de megafonía y sistema de tratamiento del agua de la piscina. También se señalan especificaciones para el servicio de conserjería y del control de uso de las instalaciones.

Esta determinación fue criticada en el pleno del pasado jueves por la portavoz de Sí Se Puede Laredo, Carmen García, al considerar que, con este enfoque global, se excluye la participación de pequeñas empresas de Laredo que podrían haber optado a desarrollar por separado algunos de los servicios.

En cuanto a las prescripciones administrativas, se establece un presupuesto base de licitación de 375.000 euros por año, con un valor estimado del contrato para los cuatro años de 1,5 millones de euros, cantidad que el Consistorio abonaría a la adjudicataria, mientras que ésta recaudaría las tasas que tendrán que pagar los usuarios. A la hora de dilucidar el concurso, la oferta económica tendrá un valor máximo de 70 puntos. A ellos se sumarán otros 10 puntos en concepto de mejoras anuales en la adquisición de equipamiento. Otros cinco puntos se podrán sumar por apertura del centro durante competiciones. Y quince adicionales se obtendrán si se incluye como mejora especial un elevador de batería portátil para piscina para personas con discapacidad física.

El próximo 4 de noviembre se abrirán los sobres con las posibles ofertas para la explotación de la piscina municipal de Laredo. Será entonces cuando se pueda decir, con propiedad, si hay o no agua en su interior. En el caso de que existan una o más ofertas correctamente presentadas, el resto será cumplir los plazos administrativos para formalizar la adjudicación. Y los usuarios podrán ir escogiendo bañadores para regresar a una instalación de la que se despidieron el 15 de junio de 2015.

Su cierre fue la primera decisión ejecutiva del entonces recién elegido alcalde, Juan Ramón López Visitación, quien esgrimió un informe de la oficina técnica de obras para clausurar la instalación ante el «riesgo de caída y desprendimientos» de elementos de la cubierta. A partir de ahí, el resto de la legislatura se convirtió en un naufragio de todas las iniciativas destinadas a recuperar la instalación.

Tras un fallido intento en enero de 2019, la adjudicación definitiva tuvo lugar -ya con Rosario Losa de alcaldesa- el 10 de octubre de ese mismo año, a la UTE Gestión de Infraestructuras Cantabria SA (Gicsa)-Centro Técnico de Construcciones SA, por un montante de 1.005.979 euros.

El 20 de noviembre tuvo lugar el inicio de las obras, que contaban con un plazo de ejecución de doce meses. Tres años después, aún no se ha formalizado la recepción de los trabajos, cuestión muy criticada por la oposición. El concejal de Obras, Pedro Diego, sostiene que «queremos tener las mejores instalaciones en las mejores condiciones posibles». Si todo va bien, el nuevo año comenzará con un regalo de Reyes para los vecinos de Laredo en forma de piscina.