Laredo busca cantera para su Batalla de Flores

La iniciativa, impulsada desde la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Laredo, pretende que los más pequeños conozcan los entresijos de una fiesta que aúna arte, belleza y elegancia. La concejala Izaskun Sarabia subraya que esta nueva celebración tiene un claro objetivo cultural y educativo. «Se trata de que los niños y niñas de Laredo conozcan y vivan desde dentro esta fiesta tan emblemática. Que sepan que, más allá del desfile, hay un proceso de siembra de los bulbos o patatas de las que brotan las dalias y las semillas del clavel al tiempo que ven cómo se hace una carroza. Todo eso lo desconocen, y hay quien piensa que son cosas de mayores, pero nosotros estamos viendo que la Batalla de Flores necesita juventud para tener continuidad, y el objetivo es imposible si uno no sabe lo que tiene en su pueblo», expone.

En el apartado docente, refiere anécdotas de colegios de Valladolid o de Madrid en el que los alumnos han trabajado la Batalla de Flores de Laredo en asignaturas como el inglés. «¿Y en Laredo? Tenemos que conseguir que haya una estrategia que sea transversal y permita que desde pequeñitos se empapen de la Batalla». La acogida de la propuesta ha sido excepcional por parte de toda la comunidad educativa de los colegios Villa del Mar, Pepe Alba, Pablo Picasso, San Vicente de Paúl y Pintor Martín Sáez. De momento, los dos Institutos de Educación Secundaria quedarán al margen, por una cuestión de ritmo y rigidez del calendario. Pero con el tiempo se cuenta con su participación. De igual modo, las guarderías locales también podrían sumarse en un futuro, una vez que se concrete la mejor fórmula para hacerlo en unas fechas en las que aún están en pleno proceso de admisión de alumnos.

La fecha del 14 de septiembre no es fruto del azar. Responde a un momento en el que las huertas, tras ser sembradas para la Batalla de Flores de finales de agosto, volverán a rebrotar. De hecho, esas flores suelen formar parte de la ofrenda que realiza el pueblo de Laredo a la Bien Aparecida la víspera de su día grande. Ahora, compartirán destino con estas primeras creaciones artísticas de unos niños y niñas que serán quienes se encarguen de su recolección en la huerta.

«Contamos con el respaldo de las agrupaciones de carrocistas, que han puesto a disposición de este proyecto sus huertas», explica Sarabia, que remarca una clave de la iniciativa. «Aquí deben ser los niños y niñas quienes lo hagan todo, no se trata de que sus maestros o los carrocistas les hagan el trabajo». Por eso, la futura Batalla de Flores Escolar tendrá sus peculiaridades. De entrada, se eliminará cualquier atisbo de competitividad y las figuras saldrán sin ningún distintivo del colegio que las ha ejecutado. De hecho, se está buscando un patrocinador para que todos los alumnos salgan equipados con la misma vestimenta. Cada centro escolar se ha comprometido a elaborar cuatro trabajos que irán sobre carros de los que se usan en jardinería. Los motivos serán de lo más variado, pero todos irán sobre el mismo patrón de trabajo: que sean los niños quienes los rematen de arriba a abajo.

La gala discurrirá por la Alameda Miramar, tal y como lo hacen la Batalla de Flores el último viernes de agosto. Y tendrá como presentadores tanto al periodista Noé del Río como al policía local recientemente jubilado, Toñín García, que destacó por su espontaneidad y buena mano con los más pequeños durante la pandemia, cuando acudía con el coche patrulla con el objetivo de amenizar los cumpleaños y hacerles olvidar a los homenajeados la molestia del encierro obligatorio. Finalizado el recorrido, las creaciones quedarán expuestas en el aparcamiento de la trasera de los Juzgados y por la tarde habrá un concierto. Quien sabe si Laredo acabará emulando una simpática tradición de la localidad holandesa de Zundert, donde cada recién nacido recibe de regalo un martillo de juguete, símbolo de su festividad floral conocida como Bloemencorso. El tiempo dirá si en Laredo, de igual modo, también llegan los recién nacidos con un martillo bajo el brazo.