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La Cofradía de Pescadores y Mareantes San Martín de Laredo ha retomado este mediodía una tradición de siglos en torno a la festividad de su patrón. La ermita de San Martín, situada en la travesía de Santa Catalina, ha sido testigo del reencuentro de las gentes de la mar con su historia. ... Una cita que, como está en las señas de identidad de esta milenaria institución, ha girado en torno al valor de la solidaridad. En base a él se constituyeron este tipo de cabildos o mutualidades que dieron protección y amparo a los pescadores y sus familias. Y con esas miras enfocan el día a día de una entidad que goza del cariño y respeto de todos los pejinos.
En el acto ha estado presente toda la Junta Directiva de la Cofradía, presidida por su Patrón Mayor, César Nates, así como los trabajadores de la lonja y socios y tripulantes del Cabildo. Todos han estado acompañados por la Directora General de Pesca, Marta López, y la Directora de Obras Hidráulicas y Puertos, Sandra García, el gerente del Grupo de Acción Costera, Roberto Gutiérrez Alquegui, junto a la alcaldesa de Laredo, Rosario Losa, y gran parte de los integrantes de la Corporación Municipal. También ha asistido el Cofrade de Honor y Doctor en Historia, Baldomero Brígido Gabiola, así como mandos de la Guardia Civil, el Jefe de la Policía Local de Laredo, Francisco Roiz, y los pescadores jubilados que han sido agasajados con una comida de homenaje en el Real Club Náutico de Laredo.
En una breve intervención, César Nates ha indicado que «cuando alguien hace algo sin esperar nada a cambio, los pescadores lo valoramos como se merece y lo sabemos reconocer». Esta ha sido la forma de introducir el acto de reconocimiento a tres mujeres: María Antonia Alonso Quintana, Inmaculada Domínguez Vejó y Laura Sobrino Alonso. «En los momentos más duros de la pandemia, estas enfermeras se prestaron de forma desinteresada y altruista a realizarnos las pruebas de antígenos a los pescadores», ha recordado. «La consejería nos los suministró antes de volver a faenar, pero pero no había nadie que nos los realizase. Y fueron ellas las que se ofrecieron sin pedir nada a cambio. Sólo por su vocación de servir», ha subrayado Nates. Aquel gesto lo repitieron con el resto de Cofradías de Cantabria. Y como reconocimiento a esa acción, las tres han recibido una placa. En nombre de las agasajadas, María Antonia ha explicado que «hicimos este trabajo porque vosotros sois nuestra familia. Descendemos de pescadores, mi abuelo, mi padre, mi hermano y mi yerno han sido pescadores. El sector pesquero representa un motor económico muy importante, no solamente para Laredo sino para toda la comunidad», ha resaltado en medio de una cerrada ovación de todos los asistentes.
Previamente, el Patrón Mayor también ha tenido palabras de gratitud hacia su vice-patrón, Ángel Tomás López, por su reciente. «Quiero que sepas que, gracias a tu compromiso y esfuerzo ha sido más fácil mi trabajo al frente de la cofradía, y que eres uno de los artífices del resurgir que ha tenido nuestro cabildo estos últimos años», ha destacado. «La sección social de San Martín puede estar orgullosa de cómo la has representado todos estos años. Se te echará de menos», ha concluido antes de que los presentes le dedicaran una salva de aplausos.
Tras este sencillo acto, la comitiva ha puesto rumbo a la iglesia de Santa María para asistir a la celebración de la Misa Mayor en recuerdo de los pescadores fallecidos. La procesión ha sido encabezada por el estandarte de la Cofradía de San Martín, tras la que ha desfilado la imagen del propio santo llevada en andas por los trabajadores y socios de la Cofradía de Pescadores, a los sones de la peña La Salvé. El oficio religioso ha estado presidido por el párroco Juan Luis Cerro, y ha culminado con el canto de la Salve Marinera.
Tras este paréntesis religioso, pescadores y autoridades se han dado cita junto al Mercado de Abastos, donde la Peña del Tío Simón ha elaborado un cocido montañés del que se han distribuido más de trescientas raciones a partir de la venta de tickets a dos euros cuya recaudación ha ido destinada a Cáritas. La enorme perola en la que se ha cocinado tan sabroso plato ha incluido 40 kilos de alubias, 26 repollos de dos kilos la pieza, 20 kilos de chorizos, 20 kilos de morcilla, 12 codillos, dos piezas de tocino y 10 kilos de papada. Al frente de la parte gastronómica ha estado María Pilar Negrete, bien secundada por unos músicos cuya fama como cocinillas es más que merecidas. A las 14:00 horas, la cola para retirar las raciones se prolongaba hasta el Banco Santander. También han participado los integrantes de Son de Laredo, que han elaborado su propio cocido para compartirlo en una comida de hermandad, tal y como manda la tradición.
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