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La reapertura de la piscina municipal de Laredo está cada vez más cerca. Clausurada en junio de 2015, afronta en estos meses los pasos decisivos para volver a la normalidad. Dos son las cuestiones pendientes de resolver para verla en funcionamiento. Una de ellas ... es adjudicar el contrato del servicio que gestionará de manera integral la instalación deportiva.
El pasado 29 de diciembre se cerró el plazo de recepción de ofertas. Posteriormente, la Mesa de Contratación procedió a la apertura de sobres. Y el pasado viernes, 20 de enero, elevó propuesta de adjudicación en favor de la empresa segoviana Sima Deporte y Ocio SL al ser la oferta económicamente más ventajosa aplicando los criterios del pliego, de conformidad con la oferta presentada, por 267.824 euros sin IVA, que rebaja en un 14% el precio de licitación. Sumados los impuestos, el servicio le supondrá a las arcas municipales un total de 324.068 euros anuales. El contrato se adjudica por un periodo de cuatro años.
Ahora se abre un periodo para que la empresa proceda a presentar la documentación preceptiva que acredite su derecho a hacerse cargo del contrato. Como referencia, esta empresa gestiona instalaciones similares en Segovia, Torrelodones, Guadarrama, Pinto, San Esteban de Gormaz y Las Rozas. También presta servicios a la Diputación Provincial de Burgos, a Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) y a la Universidad de Castilla La Mancha.
La otra cuestión por zanjar es la de la recepción de las obras, que acaban de cumplir tres años y dos meses de duración, cuando según el contrato el plazo de ejecución era de doce meses. El concejal de obras, Pedro Diego, sigue sin incoar expediente de sanción ninguno contra la empresa adjudicataria de los trabajos, a pesar de que el retraso es manifiesto y ha sido denunciado de forma reiterada por la oposición municipal.
Cabe reseñar que fue la empresa la que propuso, en noviembre de 2021, que se recepcionarse la obra, dando por bueno lo ejecutado hasta entonces. Dicha solicitud, que hubo de ser reiterada en diciembre de ese mismo año ante el silencio municipal, obtuvo respuesta tres meses después, en forma de un informe de la dirección de obra, que detectó distintas deficiencias juzgadas como 'menores' por el propio concejal de obras. Tan es así, que en el pleno de marzo de 2022 estimó que en la siguiente sesión plenaria -a celebrar en mayo- las obras ya estarían culminadas. Pero transcurrido cinco veces ese plazo, lo cierto es que las obras siguen sin recepcionar.
A lo largo del pasado año, en distintas sesiones plenarias se puso sobre la mesa por parte de concejales de la oposición la convicción de que licitación y recepción de obras se resolverían en vísperas de las elecciones de mayo. Una insinuación ante la que el equipo de Gobierno optó por dos estrategias distintas. La alcaldesa comprometió la apertura al del verano, el comienzo del curso escolar, el día de Navidad, y el día de Reyes, fechas todas ellas erradas. Por su parte, el concejal de obras se acogió a dos frases. «La piscina se abrirá cuando se pueda» y «La piscina se abrirá lo antes posible». Ninguno de los protagonistas pierde de vista que el 31 de marzo es la fecha límite para poder inaugurarla sin incurrir en delito electoral.
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