Laredo retrasa la promoción del Desembarco de Carlos V a sólo una semana de la fiesta

El retraso ha desatado algunas críticas a pie de calle y entre las filas de la oposición porque se trata de un evento que, más allá de rememorar un acontecimiento histórico, se impulsó en el año 2000 con la intención deliberada de estirar la afluencia turística a la villa hasta casi finales del mes de septiembre. Un objetivo que se complica cuanto más se tarde en divulgar el evento. Se trata de la segunda celebración en importancia de Laredo, tras la Batalla de Flores. De hecho, ambas son las dos fiestas locales del calendario pejino. En el caso del Desembarco de Carlos V, está declarado desde el año 2003 como Fiesta de Interés Turístico Regional y, junto a otra serie de eventos de la Red de Rutas del Emperador, forma parte del Itinerario Cultural Europeo reconocido por el Consejo de Europa en el año 2015.

La organización de los actos en honor a Carlos V fue adjudicada por el Ayuntamiento en 2019 a la empresa Rivendel, que ganó por un importe de 152.460 euros la licitación para la edición de aquel año y la siguiente. Culminada sin sobresaltos la primera entrega, la pandemia obligó a aplazar los festejos previstos para el año 2020, por lo que se prorrogó la vigencia del contrato hasta el presente ejercicio. En cuanto a las razones que justifican el retraso en su promoción, la concejala de Turismo y Festejos, la socialista Eva Blanco, explica que «he pasado varias semanas detrás de la empresa para sentarnos y concretar el programa, del que a esta hora no tengo el detalle definitivo». En todo caso reconoce que sus pormenores no tardarán en ser desvelados porque, al igual que los carteles, «el folleto con el programa está a punto de ser distribuido». A la vista de estos problemas, indica que «tenemos que darle una vuelta al tema de la promoción de este festejo con más antelación, cuestión que pondré sobre la mesa en la comisión que celebraremos el mismo lunes». Blanco pone como ejemplo la acertada estrategia seguida con la Batalla de Flores de Laredo, que fue presentada a mediados de julio, casi un mes y medio antes de su celebración el pasado 26 de agosto.

Desde la oposición, el concejal popular Alejandro Liz recuerda que «la potencia de Laredo como destino turístico descansa en sus múltiples recursos, entre ellos sus fiestas, que deben servir de polo de atracción para enriquecer al comercio y la hostelería». En este sentido, destaca que «una promoción adecuada de nuestro municipio y sus festejos es fundamental, pero haciéndolo con criterio, previsión y antelación, requisitos de los que carece la coalición socialista regionalista que gobierna el Ayuntamiento». Por su parte, Ramón Arenas, de Unidos x Laredo, lamenta la situación «porque esta fiesta tiene un trasfondo turístico innegable, que hay que cuidar y promocionar de forma adecuada. Ir tan tarde es una muestra más de la improvisación y de que van a salto de mata».

Por parte de la empresa Rivendel, sus responsables han confirmado a este periódico que todos los preparativos están en marcha tanto en lo que se refiere al desarrollo de los espectáculos como en lo relativo al mercado de época y a la ambientación de la villa durante la próxima semana. En cuanto al elenco artístico que asumirá los papeles principales de la recreación, repetirán casi en su totalidad quienes lo integraron hace tres años, con Miguel Ángel Marsella como Emperador, tal y como lo fue durante muchas ediciones antes de ceder el testigo a Fernando Arce. Una vez más, la práctica totalidad de agrupaciones culturales de Laredo contribuirán junto a otras compañías artísticas llegadas de toda España al realce de una celebración donde historia y diversión desfilan de la mano.