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La imagen del santo ha sido decapitada en la hornacina de una Puerta de San Lorenzo llena de pintadas J.G.
Laredo trata de poner cerco al vandalismo

Laredo trata de poner cerco al vandalismo

Los concejales de Seguridad Ciudadana y Obras apelan a la colaboración ciudadana para frenar una ofensiva de pintadas y destrozos de bienes públicos y privados

Jueves, 7 de abril 2022, 16:27

«Son una plaga». Así de contundente se muestra un laredano cuando se refiere a los vándalos cuya huella asoma en forma de pintadas y cuantiosos destrozos en el mobiliario urbano del municipio. Un asunto que, además de indignar a los vecinos, trae de cabeza al Ayuntamiento de Laredo, cuyos responsables de Seguridad Ciudadana, Juanjo Revuelta, y de Obras, Pedro Diego, coinciden en apelar a la colaboración ciudadana para identificar a los autores.

De momento las pesquisas no han dado resultados. Pero ambos confirman que está en marcha una acción coordinada de la Policía Local y de la Guardia Civil del acuartelamiento pejino. Incluso han estrechado lazos con sus compañeros de la Policía Local de Colindres, al constatar movimientos sospechosos en las zonas limítrofes de ambos municipios tras la comisión de algunos de esos ataques. Ya se han practicado algunas identificaciones. Pero ha habido que dejarles ir al no haberles pillado in fraganti. En sus pesquisas han llegado a revisar las grabaciones de las cámaras de seguridad situadas en edificios públicos y en zonas urbanas para tratar de identificar a los autores de estos ataques. Están convencidos de que, más tarde o más temprano, acabarán dando con ellos.

Las pintadas son el elemento más estridente con el que los delincuentes firman sus acciones. Su daño es cualitativamente mayor cuando se ensaña con elementos del Patrimonio Histórico. La Puebla Vieja es uno de sus objetivos favoritos. Sean las paredes del antiguo Ayuntamiento, sean edificios de sus empinadas rúas, sean las piedras nobles de la puerta de San Lorenzo. Un enclave donde, además, han llegado a decapitar la figura del santo situada en la hornacina que recibe a los miles de peregrinos que irrumpen en la villa por este punto. Los bajos del antiguo mercado, la zona del Puerto (cuya titularidad no es municipal), o los bancos del Paseo Marítimo son otros de los lugares castigados por unos destajistas del spray que, además de tener nulo gusto, se recrean exhibiendo su falta de civismo.

El parte de guerra añade fechorías que elevan de forma notable el importe de los daños. Como una marquesina de autobuses reventada a conciencia; la quema de contenedores en la zona del Ensanche; el destrozo de cuadros eléctricos; la rotura de luminarias; o el forzado de las puertas del fondo del Túnel, donde parecen recrearse en su impunidad. También han hecho añicos la cartelera de cristal situada en los exteriores de la Casa de Cultura; o un cartel informativo de grandes dimensiones pulverizado frente al colegio Pepe Alba.

J. G.
Imagen principal - Laredo trata de poner cerco al vandalismo
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Sanciones cuantiosas

El recuento de estragos se ha incrementado de forma alarmante en los últimos meses. Por eso el concejal de Seguridad Ciudadana, Juanjo Revuelta, insiste en su mensaje. «La principal recomendación que hacemos es que los ciudadanos colaboren notificando el acto vandálico del que han sido testigos a la mayor brevedad. La confidencialidad está garantizada, no deben temer que vayan a ser identificados por los infractores», remarca. En la misma línea, Pedro Diego apela a esa concienciación y destaca que «cuesta mucho dinero reparar estas cosas, y su reposición sale del dinero de los impuestos que pagamos todos». En su caso, reconoce que la paciencia está al límite. «Da mucha rabia que se acabe de adecentar un lugar, un edificio, y enseguida vayan allí a dejar su huella, echando por tierra tanto esfuerzo y tanto dinero invertido».

El mensaje final llega en forma de advertencia por parte de su compañero Juanjo Revuelta. El responsable de Seguridad Ciudadana esgrime la ordenanza municipal sobre protección de la convivencia ciudadana y prevención de actuaciones antisociales. Su artículo 24 desarrolla el apartado sancionador. Las infracciones leves contemplan una multa de hasta 750 euros; las infracciones graves, una multa desde los 750 euros hasta los 1.500 euros; y las infracciones muy graves pueden sancionarse hasta 3.000 euros. En el caso de que los autores sean menores, responderán sus padres o tutores legales. «No es nada barato», zanja.

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