Nuevas investigaciones avalan la antigüedad de las cadenas del puente de barcas de Sevilla custodiadas en Laredo

Actualmente el interés se centra en las investigaciones que lidera en Alemania el Doctor y profesor honorífico de la Universidad Complutense de Madrid, Antonio Criado Portal, que lleva más de cincuenta años de investigaciones punteras sobre la arqueometalurgia. En concreto, sus pesquisas le han llevado a los laboratorios del Transurane Institute de Karlsruhe. Allí está a punto de determinar la zona de la Península Ibérica en la que se extrajo la materia prima para fabricar la cadena que se exhibe al fondo de la nave de Belén, junto a la entrada primitiva del templo laredano.

El interés que desata este capítulo tan trascendental en la historia de España está detrás de la visita informal que han realizado a Laredo un grupo de oficiales de la Armada encabezados por el Almirante retirado de la Armada Javier Franco Suances, quien fuera segundo JEMA; el capitán de navío, José Joaquín Crespo Páramo; y el teniente coronel Eduardo González. En el templo han sido recibidos por el párroco Juan Luis Cerro, y por el Doctor en Historia y Director del Archivo Municipal, Baldomero Brígido Gabiola. El Almirante Javier Franco ha querido subrayar la importancia que la Armada concede al hecho histórico de la ruptura del puente de barcas de Triana. «Ese interés se plasma en el nombre de sus barcos», ha explicado. «Antaño teníamos un patrullero de bola, que se llamaba Bonifaz. Pero es que ahora, la fragata más moderna de la Armada, la F110, tiene el nombre de Almirante Bonifaz, en homenaje a su figura y al hecho trascendental de aquél episodio histórico», ha destacado.

Tras la publicación el pasado año en Estados Unidos del análisis de las cadenas, fruto de varios años de estudio, recientemente se ha registrado una nueva publicación en la Revista de Estudios de Patrimonio, bajo la dirección del catedrático de Arte de la Universidad de Cantabria, Aurelio Barrón García.

Con el apoyo de un análisis metalográfico, se ha estudiado el este acero mediante técnicas de microscopia óptica y electrónica de barrido. Todo ello complementado con un estudio de la variación de la dureza de la ferrita frente a un acero al carbono normalizado. El resultado certifica una cronología del siglo XIII, gracias a los cambios microestructurales y su implicación en las propiedades mecánicas del hierro. Se propone en este estudio que la cadena conservada se corresponde con la que se trajo por los marineros de Laredo tras la toma de Sevilla en 1248. Del estudio de la valoración de la pérdida de la dureza de la ferrita se deriva una antigüedad equivalente a 800 +- 50 años. Así como de la comparación con otras cadenas de yacimientos musulmanes también se deduce la citada antigüedad.

Un estudio que revela datos inéditos sobre las mismas y cuyo artículo viene firmado por el doctor por la Universidad de Valencia Baldomero Brígido y por el propio Antonio Criado portal, ahora al frente de las investigaciones en Alemania. Todos los informes confirman de manera concluyente que «la cadena es de la época que narra el suceso histórico» y por tanto este elemento pasa a ser el objeto con mayor antigüedad que alberga la iglesia de Santa María de la Asunción de la Villa de Laredo, convirtiéndola en una joya medieval a conservar y preservar.