Las obras del barrio de San Lorenzo siguen sin arrancar tres meses después de formalizar el contrato

La formalización del contrato se suscribió el 25 de octubre entre la alcaldesa, Rosario Losa y la UTE San Lorenzo Pelegrín. En la cláusula quinta se establece que “en el plazo de un mes desde la fecha de formalización del contrato por ambas partes se realizará la comprobación del replanteo de conformidad con lo establecido en los pliegos de cláusulas administrativas particulares, periodo durante el cual se redactará y tramitará el Plan de Seguridad y Salud para su aprobación y el programa de trabajo”.

Dicha actuación nunca se llevó a cabo. Y el plazo establecido por contrato ha consumido el 25% de su duración sin que se haya movido una pala. Así lo ha confirmado el concejal de Obras, Pedro Diego, que ha declinado hacer declaraciones al respecto “porque estamos recabando información”. En su día, el propio edil destacó que se trata del proyecto “más ambicioso” que ha acometido el Ayuntamiento.

Todo apunta a que se trataría de un problema de la propia adjudicataria, que se enfrentaría, de desistir a los trabajos, a una demanda de indemnizaciones del propio Ayuntamiento. Según el acta de formalización, la empresa debió constituir la garantía establecida en un 5% de la cantidad ofertada, sin IVA. En este caso, se trataría de un depósito de 76.300 euros calculado sobre la oferta de 1,526.280 euros.

La otra incógnita a resolver es la forma de proceder para retomar el proyecto, en el que caso de que decaiga definitivamente. En su día, hubo sólo dos ofertas. La adjudicataria del concurso, y la de Ascan, por importe de 1,570.247 euros, que cabría la posibilidad de que fuese recuperada como ganadora de la licitación si finalmente la UTE San Lorenzo Pelegrín queda excluida de los trabajos. Los juristas dirán la última palabra.

La situación es aún más delicada, si cabe, porque el Ayuntamiento cuenta para llevar adelante el proyecto con una subvención de 459.000 euros de la Consejería de Obras Públicas, Ordenación del Territorio y Urbanismo del Gobierno de Cantabria, que tiene su propio procedimiento para su concesión y ejecución del gasto, y que contempla, incluso, su reintegro en el caso de que no se cumpla en tiempo y forma con lo estipulado legalmente.

Estos trabajos persiguen la mejora del saneamiento y abastecimiento en uno de los barrios más densamente poblados de Laredo. Un lugar situado en el epicentro de las inundaciones.