«He pagado la osadía de querer trabajar por Laredo y no por un sillón»

Tras unas semanas en las que ha hecho por su cuenta «el duelo» y ha asimilado todo lo vivido, la edil explica la «humillación» de relegarle en la candidatura remontándose cuatro años atrás. «El PSOE ganó las elecciones por 78 votos respecto a nuestra lista y ahí se iniciaron unas negociaciones a cara de perro para ver quién accedía a la Alcaldía. Fueron días muy duros. Escuché cosas que nunca imaginé que podrían llegar a decirse. Y me planté», explica. Tal fue su decepción que Sarabia se dirigió al candidato de su partido, Pedro Diego, para anunciarle que se marchaba. «Me dijo que le parecía bien. Pero cuando le advertí de que me quedaría con el acta de concejal para intentar desbloquear la situación, ya no le gustó. Fue el punto de inflexión», rememora.

Izaskun Sarabia tiene claro que aquello le condenó a ojos de su formación. «He pagado la osadía de querer trabajar por Laredo y no por un sillón», sostiene, antes de defender que «en democracia quien más votos tiene es quien ha de gobernar, y el resto debemos sumarnos y apoyar para crear un gobierno estable». En aquel momento decidió seguir adelante aunque reconoce que «fue un trago muy duro. Pero tenía una responsabilidad, un compromiso con quienes me habían apoyado para trabajar, y eso fue lo que hice».

Aquella determinación la transformó en una gestión productiva tanto en el terreno educativo como en la programación cultural. Un ámbito donde incluso con la pandemia del covid logró que Laredo fuese una referencia a nivel nacional, al romper el bloqueo e impulsar eventos sin saltarse los protocolos de Sanidad. «Ahora para mí es muy fácil hablar, porque cuatro años después, los actos hablan por sí solos», señala.

A la vista del desenlace, tiene claro que en su formación aún no han digerido todo lo que pasó en 2019. «Cuando Pedro Diego me comunicó hace una semana el puesto que me ofrecían, me chocó que me dijese que el primer año no me podía ni mirar a la cara. Está claro que no lo ha digerido, porque me dijo que me ponía de nueve para evitar que le pudiese hacer lo de hace cuatro años. Le ha pesado más aquello que el trabajo eficaz que he desarrollado», sostiene. En este sentido, entiende que también fue un «castigo» que no le otorgasen la dedicación exclusiva hace un año, tras la salida del equipo de Gobierno de las concejales de la Agrupación Vecinal Sí Se Puede Laredo. «La alcaldesa me la ofreció. Pero Pedro se negó. Mucha gente se está enterando ahora», señala antes de cuantificar los ingresos que le ha reportado el paso por la Corporación Municipal. «He cobrado 350 euros al mes», resume.

Que en su partido le negasen acceder a una de las liberaciones no le hizo cejar en su entrega al Ayuntamiento. Más bien al contrario. En los últimos meses, cuando ya se olía que quedaría fuera de las listas, se afanó en dejar el trabajo hecho para quienes le tomen el relevo. «He dejado todo organizado de aquí a diciembre, además de 60.000 euros en los presupuestos. No quiero que nadie se cuelgue medallas que no le corresponden», destaca.

En el momento del adiós, esta Doctora en Educación, Licenciada en Pedagogía Social y Máster en Drogodependencias confiesa sentirse «abrumada» ante los gestos de cariño y reconocimiento recabados tras anunciar su marcha. Pero añade una reflexión a modo de contrapunto. «¿En qué punto estamos para que resulte tan extraordinario que alguien haga lo que tiene que hacer? Es muy triste». Finalmente, se ofrece a ayudar a quien acabe tomándole el relevo. «Puede contar conmigo. Por supuesto que sí», concluye.