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«La cultura en Laredo seguirá siendo segura. Pero ya es hora de que la mandemos… ¡a la pejina calle!». Así arranca un desenfadado vídeo, de apenas un minuto y medio de duración, que resulta imposible ver sin una sonrisa de complicidad. El trabajo, obra del técnico de Cultura, Adrián Rozas, responde a la idea de la concejal del área, Izaskun Sarabia, de subrayar la recuperación de la normalidad perdida a través de una expresión coloquial que se ha pegado con éxito entre los laredanos.
Con este lanzamiento se da el pistolezado de salida a una programación en la que los eventos saldrán de la Casa de Cultura a otros escenarios tradicionales como el exterior del antiguo Ayuntamiento, la plaza de los Tres Pescadores o el Paseo Marítimo. Lugares que ... retomarán el pulso previo a la irrupción del Covid en nuestras vidas.
De hecho, el spot está repleto de guiños a la etapa de la pandemia, así como a todo el entorno cultural y educativo de la villa. En el metraje son distintos los rostros conocidos de Laredo quienes se limitan a repetir la frase que da título a la idea. Todos pertenecen al núcleo que conforma la actividad cultural en Laredo. Desde el DJ K-Style, al artista callejero Steve Camino, pasando por las integrantes del colectivo feminista Gaia, o el escritor y mago Alejandro Revuelta.
Sus voces asoman mezcladas con las del youtuber y divulgador de naturaleza Diego de Vallejo, o con las de 'Toñín Cendoya', el agente de la Policía Local ya jubilado que desempeñó un papel clave durante el confinamiento. Él acudió megáfono en mano y con el coche patrulla a las calles donde algún niño festejaba su cumpleaños, logrando que con sus canciones y la música desconectasen durante un rato del encierro. También se suman al llamamiento los directores de los colegios de infantil y primaria de una villa que se enorgullece de ser Municipio Educativo. O una de las caras visibles de la Casa de Cultura, Rosana, que participa del rodaje sin ser consciente de que la suya no era una toma falsa. Divertida también resulta la intervención de Tinuca Revolvo, presidenta de la Asociación de Amigos del Patrimonio de Laredo.
La parte final del montaje audiovisual mantiene una sorpresa, en forma de guiño de complicidad con uno de los cortometrajes ganadores del certamen realizado durante el confinamiento. El microondas y los jugadores del Charles vuelven a tener protagonismo, ahora en una dirección diferente a la del vídeo original. Una propuesta fresca y divertida de la que hoy habla todo el mundo en Laredo. ¡A la pejina calle, lin!
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