El pleito por la obra del subfluvial Santoña-Laredo queda zanjado

Pues bien, este periódico ha tenido acceso a la sentencia que resuelve el recurso de apelación que interpuso la UTE Ascán-Acciona contra el fallo en primera instancia en el que el se le condenaba a pagar a Tragsa un millón y medio de euros por sobrecostes directos e indirectos, además de 53.149 euros al mes hasta llegar a la extinción total del contrato que ataba a ambas partes. Este nuevo fallo, que estima parcialmente las pretensiones de la UTE, confirma la resolución del contrato entre las partes y obliga a la adjudicataria a retirar la tuneladora, actuación que ya inició hace un mes. Asimismo, descarta que Ascán-Acciona tenga que pagar indemnización alguna a Tragsa.

La Audiencia apunta, por un lado, que procede desestimar la impugnación que de la sentencia ha sido deducida por Tragsa mediante la que reitera la nulidad del acuerdo de 9/07/2016 y de las posteriores adendas de modificación del contrato de 5/02/2016 y 9/05/2016, «al no apreciar actuación dolosa alguna en la UTE». Y, por otro, señala que tampoco cabe estimar el recurso de apelación interpuesto por la UTE en el que solicita que «se estime la pretensión resolutoria de esta parte, al ser claramente todos los hechos imputables a Tragsa y constitutivos de graves incumplimientos de sus obligaciones, con el consiguiente deber de indemnizar los daños causados, debidamente cuantificados en la pericial aportada».

La Sala concluye que se han producido «incumplimientos imputables a ambas partes, siendo criterio reiterado del Tribunal Supremo que los incumplimientos recíprocos impiden a cada una de ellas exigir la resolución del contrato por incumplimiento de la otra, ni tampoco puede exigir su cumplimiento o una indemnización por daños y perjuicios por el incumplimiento de la otra parte, produciéndose una situación equivalente a la extinción del contrato por mutuo disenso».

Todo ello, «sin perjuicio de proceder la UTE a la retirada de la máquina tuneladora de la obra».

El Ministerio para la Transición Ecológica, impulsor de esta obra, que supone un tramo clave para culminar el saneamiento de las Marismas de Santoña y especialmente de la comarca del Asón, que tendrá que esperar a que se ejecute su colector, «está trabajando actualmente para poder redactar un proyecto que desarrolle la solución seleccionada para el subfluvial con un trazado alternativo y aprovechando el pozo de ataque (ubicado en Santoñuca)».

El Gobierno reconoce el posible riesgo de continuar con las labores de perforación tal y como estaban previstas originariamente, y ha planteado la «necesidad de realizar la excavación de un primer tramo de túnel paralelo al actualmente ejecutado para, una vez superado el mismo, retomar el trazado primitivo y concluir en el mismo pozo de finalización ya previsto. Para ello, se ha iniciado el procedimiento administrativo correspondiente a la contratación de una asistencia técnica para la redacción del proyecto para el nuevo túnel».