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Tres años y cuatro meses después de que el alcalde de Laredo, Juan Ramón López Visitación (PSOE), ordenara el cierre de las piscinas municipales ante el riesgo de derrumbe de la cubierta de las instalación, el Pleno de la Corporación Municipal laredana dio el visto ... bueno a las obras de rehabilitación, para satisfacción de los vecinos, que protagonizaron el pasado lunes una concentración de protesta para que este asunto se desbloquease.
A nadie se le escapa en Laredo que este asunto se ha convertido desde que comenzó la legislatura, y como bien dijo ayer la edil de Obras, Rosalina López (PSOE), en un «auténtico culebrón». Primero los grupos de la oposición pusieron en duda el compromiso del Gobierno regional para financiar íntegramente los 1,7 millones que suponía rehabilitar la infraestructura.
Después, cuando llegaron los primeros 200.000 euros del Gobierno, que anunció que aportaría el montante total en partidas plurianuales, los grupos de la oposición rechazaron la pretensión del equipo de gobierno del PSOE de comenzar la obra en una primera fase, por el tejado, al entender que se debía de hacer una obra integral.
Un año después llegaron otros 500.000 euros del Gobierno de Cantabria, con lo que el Ayuntamiento disponía de 700.000 euros, y ahí llegó una propuesta de IU y SSPL para sumar a esa cantidad los 535.000 de un préstamos para iniciar los trabajos, pero tampoco salió adelante el asunto. Y llegados al Pleno de ayer, con una protesta vecinal celebrada tres días antes, los grupos municipales sacaron adelante las obras.
Una de las modificación de crédito que se abordaron en el Pleno de ayer ascendía a un total de 2,1 millones de euros e incluía la ejecución de dos proyectos de rehabilitación que afectaban a los barrios de San Lorenzo y Pelegrín y otro para el barrio de San Antonio.
En este punto, varios grupos de la oposición solicitaron al equipo de gobierno del PSOE dejar sobre la mesa los proyectos que afectaban al barrio de San Lorenzo (el primero ya se acordó en Junta de portavoces), al entender que esta actuación habría que realizarla de forma íntegra, según apuntó el PRC.
En lo que sí hubo unanimidad es en aprobar el proyecto para rehabilitar el barrio de San Antonio, que está presupuestado en 226.584 euros, una actuación que «tenía que estar ya acabada», según dijo el PP.
En este punto, los portavoces de IU y PRC dieron a conocer que el Ayuntamiento ha perdido una subvención de 425.000 euros por no adjudicar las obras de rehabilitación del barrio de San Lorenzo y Pelegrín dentro de la prórroga que ha concedido la Consejería de Obras Públicas.
Cada unos de los portavoces ofreció su versión sobre lo ocurrido desde hace más de tres años. El portavoz de IU, Alejandro Abad, recordó que ya en el año 2014 su partido apostó por arreglar la cubierta de la piscina, frente a otros proyectos que había encima de la mesa como unas pistas de pádel y un carril bici. La portavoz del Sí Se Puede Laredo, Carmen García, dejó claro que tras aprobarse la partida, la obras deben estar finalizadas en doce meses, según el proyecto. «Suponemos que el próximo año el Gobierno incluirá en sus Presupuestos el millón de euros que queda para financiar las obras».
De su lado, el portavoz del PRC, Pedro Diego, dudó de que el equipo de gobierno sea capaz de cumplir los plazos previstos porque «no la hincan». «Así no se hacen las cosas, así no 'hacemos Laredo'», repitió en varias ocasiones en clara alusión al partido que ha creado el exalcalde socialista de Laredo, Juan Ramón López Revuelta, para optar a la Alcaldía en las próximas elecciones.
Por su parte, el portavoz del PP, Ángel Vega, presentó una enmienda a la propuesta del equipo de gobierno para que en lugar de destinar 1,2 millones en las obras, se invirtieran 1,7 con el fin de hacer una actuación integral y la mejor instalación posible para disfrute de los vecinos. «El proyecto que presentan está capado y no es el que querían llevar a cabo ustedes desde el primer momento», apuntó antes de que su grupo se abstuviera y que saliera adelante la propuesta de 1,2 millones gracias al voto favorable del resto de grupos. Motivo por el que la portavoz del PSOE, Rosalina López, felicitó al resto de compañeros de la Corporación municipal.
Otro de los puntos que más debate generó ayer fue el relativo a elección de la fecha en la que se celebrará la próxima Batalla de Flores 2019, que finalmente tendrá lugar el 30 de agosto, manteniendo la tradición de coincidir con el último viernes de agosto, en contra de lo que ha pasado este año, en el que se adelantó una semana.
Los grupos municipales de IU, PRC y SSPL presentaron un voto particular a la propuesta del equipo de gobierno del PSOE, que planteaba celebrar la fiesta el 30 de agosto «abogando por mantener la tradición». Los tres grupos de la oposición defendieron la postura de los carrocistas de adelantar la fiesta al 23, al entender que celebrarla el día 30 produciría ciertos problemas en los centros educativos al comenzar el curso escolar días después de que finalizara el evento, con el consiguiente estorbo de las carrozas que se elaboran en dichos centros escolares.
De su lado, el PP defendió mantener la fiesta el último viernes en sintonía con lo que plantearon hace unos días desde la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Laredo.
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