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La brutal agresión de cuatro miembros de una misma familia de etnia gitana que apalearon este pasado domingo a otro hombre, también gitano, en un aparcamiento de un supermercado en Laredo, fue un ajuste de cuentas. Los numerosos golpes que estas personas propinaron a la ... víctima fueron la consecuencia del supuesto acoso que este hombre, de 63 años, venía sometiendo desde hacía tiempo a una hija del matrimonio, de tan sólo 13 años.
La familia, bien conocida en Bárcena de Cicero, donde reside, está integrada en el pueblo y trabaja en la venta ambulante. «Nunca han tenido ningún problema con nadie y es gente normal», señala el propietario de un negocio de la zona y que conoce bien a estas personas, tres de las cuales ingresaron ayer en prisión provisional –los tres hombres–; y una cuarta –la mujer–, quedó en libertad según lo dictado por la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Laredo.
Ninguno de los cuatro detenidos por la agresión tenía antecedentes pero este domingo desataron la violencia para cargar contra este varón que presumiblemente se dedicaba a acosar a menores. Una persona con autoridad en la etnia gitana, y que conoce a la familia y al agredido, asegura que la víctima de los golpes había sido «desterrado» de Santoña, la localidad en la que residía –el destierro es el procedimiento que utilizan en esta cultura para alejar de la comunidad a un miembro conflictivo–.
«Lo que tiene que quedar claro es que estas personas no iban a robar a ningún supermercado, ni pegaron a ningún guarda de seguridad. Todo eso es mentira», ha asegurado este hombre y lo confirman fuentes de la investigación. «Lo que ha habido es una pelea que se ha resuelto de esta manera, que no me parece bien, pero es una cosa entre gitanos y por la causa del acoso a una niña, que es una barbaridad para cualquiera, pero que tiene mucha más importancia en nuestra cultura», matiza esta fuente cercana a la familia agresora.
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Fuentes cercanas a la investigación aseguran que la familia estaba en el supermercado cuando encontró al supuesto acosador. Un hombre que trató de seducir a la menor en repetidas ocasiones «con flores, llevándole preservativos, etc». En ese momento se caldearon los ánimos y comenzó la confrontación. Los detenidos, que en la mañana de ayer pasaron a disposición judicial, tomaron varias las barras con las que montan los puestos en los mercadillos y comenzaron a golpear al hombre.
Pese a que este trató de defenderse con un serrucho que utiliza para sus «chapuzas» de carpintería, terminó en el suelo, completamente ensangrentado y pidiendo auxilio. Cuando todo terminó fue trasladado al Hospital de Laredo y posteriormente al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, donde se encuentra ingresado con pronóstico reservado.
La Guardia Civil detuvo el domingo a dos varones y una mujer, y posteriormente esta mañana de lunes detuvo al cuarto agresor, que es yerno y que había desaparecido tras lo sucedido. Todos huyeron en el momento de los hechos en una furgoneta roja que se encontraba hace unos días a la venta en la plataforma Wallapop. Un vehículo que resultó seriamente dañado porque en esa huida colisionó con otros automóviles que se encontraban estacionados en el aparcamiento donde se produjo la paliza.
Tras pasar a disposición judicial en la mañana de ayer, la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Laredo resolvió el ingreso en Prisión provisional y sin fianza para tres de los cuatro agresores. Permanecerán entre rejas los tres varones que propinaron los golpes a la víctima con varas metálicas. La cuarta participante de los hechos, que estaba presente pero no agredió directamente al sujeto, ha sido puesta en libertad provisional con obligación de comparecer semanalmente en el Juzgado. No podrá tampoco acercarse ni comunicarse con la víctima durante el tiempo que dure la medida cautelar.
Es la decisión de la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Laredo, que previamente había incoado diligencias previas a estas cuatro personas por un delito de lesiones con instrumento peligroso.
Según el auto dictado por la magistrada, «existen, cuanto menos, indicios de la comisión de un delito de lesiones con instrumento peligroso sancionado con penas de hasta cinco años de prisión, sin perjuicio de ulterior calificación de los hechos, habiéndose calificado por el Ministerio Fiscal como delito de homicidio en tentativa».
Como consecuencia de los golpes, le han causado «diversas heridas incisas a nivel de cuero cabelludo y cara, junto con heridas inciso-contusas en brazo izquierdo, y mano y brazo derechos y ambas piernas». Según el auto, concurren «motivos bastantes para creer responsable criminalmente del delito» a los tres investigados, teniendo en cuenta las imágenes aportadas y sus declaraciones, ya que han reconocido «que tienen un conflicto con la víctima y que se encontraron con él el día de los hechos, produciéndose el altercado, admitiendo su participación en los hechos».
La adopción de la medida de prisión viene justificada, además de por la gravedad de los hechos y los indicios de la autoría, porque existe un riesgo de fuga «atendiendo a la pena que pudiera imponerse».
«Por otro lado, la medida de prisión provisional también evitará el riesgo de que el investigado atente nuevamente contra la integridad de la víctima, teniendo en cuenta el problema que relatan y la gravedad de las lesiones y del medio empleado, no siendo suficiente a tal efecto la medida de alejamiento planteada con carácter subsidiario», añade la resolución.
Por su parte, la mujer que ha comparecido por estos hechos como investigada tuvo una participación «sin duda grave, pero menor en comparación con la de los otros investigados, a salvo de lo que resulte de las diligencias pendientes». «Esa menor participación», pues no golpeó directamente a la víctima, «puede redundar en una imposición de pena inferior dentro del límite penológico previsto», explica el auto.
«A fin de evitar que pueda atentar nuevamente contra la integridad de la víctima, teniendo en cuenta su participación en los hechos y los indicios existentes hasta el momento, parece suficiente la imposición de una medida de alejamiento» de la víctima, que se recupera de sus heridas en el Hospital Valdecilla, y que aún no ha denunciado los hechos.
Ninguno de los miembros de la familia que propinó la brutal paliza del pasado domingo en Laredo tiene antecedentes penales ni había protagonizado ninguna situación conflictiva hasta este pasado fin de semana. «Ha tenido que ser algo muy gordo», se especulaba este lunes en Bárcena de Cicero, donde residen. «Es una familia normal e integrada en el pueblo», cuenta un hombre que los conoce y que tiene un establecimiento en la localidad. «Los conocemos de toda la vida, sabemos que se dedican a la venta ambulante en mercadillos. Venden telas y cosas así; pero es gente amable y nada conflictiva», cuenta otra mujer del pueblo. Todos estaban este lunes sorprendidos con lo ocurrido.
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