El proyecto 'Cetáceos del Cantábrico' impacta en el Paseo Marítimo de Laredo

De manera ininterrumpida se sucedieron sus clases magistrales para las que empleó reproducciones a escala de ejemplares de los odontocetos (con dientes) y misticetos más presentes en nuestras aguas. Y es que, como ya aclaró en la puesta de largo del proyecto, a escasas 35 millas de la costa de Cantabria discurre una autopista por la que cada año navegan miles de cetáceos.

A capturar sus desplazamientos y documentar su estilo de vida se ha dedicado durante los últimos meses, con un material audiovisual que pronto adquirirá formato de documental y que será puesto a disposición de los colegios y de la sociedad en general para abundar en el conocimiento de estas especies.

Tras esta propuesta emerge la figura de la milenaria Cofradía de Pescadores San Martín de Laredo. Dentro de su empeño por apuntalar una de las flotas artesanales más sostenibles del planeta, la junta directiva que lidera su patrón mayor César Nates considero muy interesante poner de manifiesto la presencia de estos cetáceos en las mismas aguas donde practican su pesca. Una forma de acreditar que su actividad extractiva y selectiva de especies como el bocarte, el verdel, el bonito o el chicharro es perfectamente compatible con la presencia de ejemplares como el rorcual común −la segunda ballena más grande del mundo− el rorcual azul, la marsopa, los desfiles el cachalote o la orca.

Precisamente parte de la divulgación de Diego de Vallejo se centró en desmentir mitos como el carácter de 'ballena asesina' de la orca, y a explicar habilidades adaptativas de estas especies con rasgos que explican su predisposición a la supervivencia. De esta forma, los delfines hace décadas que fueron repelidos por la emisión de ultrasonidos que les resultaban incómodos para que no acechasen los bancos de pesca en plena campaña. Aquella solución hoy actúa a modo de reclamo para que estos inteligentes habitantes del mar asocien tales sonidos con la presencia de pesca abundante.

Un océano de saberes brindado en dosis accesibles a mayores y pequeños que ha resultado un acierto y que tendrá nuevas entregas en los próximos meses, hasta que culmine una labor que ha suscitado gran interés entre expertos de todo el mundo que aguardan expectantes las conclusiones de un proyecto que arrojará luz sobre la ancestral presencia de estos cetáceos en latitudes repletas de guiños a su presencia, tanto en los escudos y sellos de sus municipios como en las leyendas más arraigadas. Como la que se despliega a partir de la pregunta «¿Quién se comió la ballena?», que abandera la sana rivalidad entre Santoña y Laredo.