La Puebla Vieja de Laredo tendrá su primer ascensor público en las Casas de los Hierros

Según los promotores, con el proyecto «se pretende dar respuesta a las necesidades de ordenación de un entorno de transición entre la Puebla Vieja de Laredo y el primer Ensanche de la villa». Actualmente se encuentra en fase de exposición pública, trámite al que seguirán el proyecto de urbanización, su ejecución, las cesiones que correspondan por ley al Ayuntamiento, y, finalmente, la edificación del nuevo inmueble. Su aprobación definitiva corresponderá al Pleno. «La ejecución de la obra será de entre 16 a 20 meses a partir de tener todos los permisos», expone Manuel Fernández, como forma de ratificar la intención de ejecutar esta actuación llamada a cambiar el devenir de la Puebla Vieja pejina.

Por su parte, el concejal de Patrimonio y Puebla Vieja, Antonio Bocanegra, destaca que «el Ayuntamiento se felicita por la puesta en marcha de esta actuación que solucionará un problema estético y urbanístico». Además, subraya que «la iniciativa privada es esencial en la llegada del flujo económico al ámbito de la Puebla Vieja».

El plan actual establece, como condición para el desarrollo de la parcela, que el callejón que comunica las popularmente conocidas como calle del Paseo y calle de los Vinos, en el lateral que linda con la antigua librería Bárcena, tenga una solución accesible. Con la normativa en vigor actualmente, la única solución plenamente válida es la que ha planteado la propia promotora. Un ascensor que tendrá titularidad pública y que, tras adentrarse en horizontal desde la calle Menéndez Pelayo, subirá en vertical hasta la calle Ruamayor. Será un elevador panorámico, con capacidad para doce personas, y salvará una diferencia de cotas de 6,63 metros entre ambas calles.

El desembarco en Ruamayor se hará un poco por encima del cruce con la calle del Medio. Situados en este punto, los usuarios se hallarán en el corazón del casco histórico pejino. Desde ahí, podrán optar por descender hacia la Ruayusera o por remontar hasta la calle San Martín. Sólo los accesos al cementerio y a la iglesia quedarían pendientes de una futura solución para convertir en plenamente accesible la Puebla Vieja.

La propiedad privada ha optado por ejecutar un soportal en la fachada que da a la calle Menéndez Pelayo. Con esta alternativa pretende dar una referencia urbanística al emplazamiento del ascensor, al tiempo que brinda una protección para sus usuarios en días de lluvia. La nueva edificación tendrá otras peculiaridades, fruto de los cambios normativos. Las antiguas casas de los pescadores estaban echadas hacia atrás. El Plan Especial adelantó el bloque hacia adelante, para dejar un espacio más ancho. Ello permitirá un alineamiento con el resto de la calle Menéndez Pelayo, de tal forma que dotará al espacio de mayor homogeneidad.

En el lado opuesto al ascensor, el futuro edificio de las Casas de los Hierros ascenderá sólo tres alturas, frente a las cuatro que mantendrá en el resto. Esta es una condición que ya venía dispuesta por el Plan, para garantizar la operatividad de los ventanales abiertos en el lateral del edificio colindante.