El mal tiempo reduce al mínimo el operativo de búsqueda del pescador desaparecido en Laredo

A nivel práctico, el despliegue ha pasado de Nivel 1 a Nivel 0. Esto supone que se elimina el Puesto de Mando Avanzado que coordinaba Emergencias del Gobierno de Cantabria. En adelante, cada una de las unidades funcionará de manera autónoma. Salvamento Marítimo ha retirado su embarcación a la espera de una mejor condición de la mar. Lo mismo ha pasado con los medios aéreos, que esta mañana sobrevolaron la zona aprovechando la bajamar, con el empleo tanto del helicóptero Helimer como de los drones de la Unidad Operativo Pegasus de la Guardia Civil.

En cuanto al operativo terrestre, efectivos de Protección Civil y de la Cruz Roja han culminado este mediodía su labor de avistamiento desde distintos puntos del litoral. Con los voluntarios de Cruz Roja habiendo hecho un recorrido a pie por la carrera de marea.

El rastreo de esta mañana, activado a las 8.30 horas, se ha centrado en el entorno del túnel de Laredo y toda la zona costera de El Secar, hasta la cala de El Aila. Un violento golpe de mar precipitó contra las rocas la embarcación de 5,5 metros de eslora, que quedó volcada. En el momento del siniestro viajaban a bordo Luis y su hermano Fernando, de 37 años, quien logró ponerse a salvo y dar la voz de alarma 45 minutos después del accidente.

Tal y como preveían los servicios de emergencia, el paso de las horas ha complicado de manera notable las labores de búsqueda, debido al ostensible empeoramiento de las condiciones meteorológicas. En concreto, en la mar hay aviso naranja por fenómenos costeros y el oleaje apunta a ir creciendo en intensidad en las próximas jornadas.

Lo accidentado del entorno donde se produjo el suceso, donde hay numerosas rocas y arrecifes, supone un escollo añadido para localizar un cuerpo que, en estos casos de ahogamiento, tiende a caer al fondo. En esta situación podría haber quedado oculto en alguna oquedad. La otra hipótesis, menos probable, es que el cuerpo fuera arrastrado por las corrientes de fondo. En cuestión de días el cuerpo podría volver a emerger, y ahí sí que podría ser derivado por la corriente en dirección Este hacia el País Vasco.

Ayer los efectivos de todos los cuerpos de salvamento ya se emplearon a fondo, aunque el dispositivo quedó suspendido a las 21.00 horas.

Según el relato del superviviente, un golpe de mar precipitó al motorillo, de 5,5 metros de eslora, contra una roca de enormes dimensiones, en medio de un aguacero. Inicialmente los dos hermanos lograron salir indemnes y comenzó su intento por alcanzar tierra firme. Fernando ayudó a su hermano Luis a despojarse de las botas, para mejorar su avance y evitar que fueran un lastre. Pero un nuevo embate de las olas separó a la pareja y les proyectó hacia zonas distintas de la ensenada, en medio de la oscuridad y en mitad de un intenso aguacero. Pese a que inicialmente Luis respondió a los gritos de su hermano, luego su voz dejó de escucharse. El desaparecido, que en la actualidad estaba enrolado en un barco con base en Santander, fue uno de los 9 tripulantes rescatados el 16 de julio del 2021 tras el naufragio del Maremi santoñés frente a la costa de Cabo Mayor.

El superviviente logró ganar las piedras más próximas al perímetro del muelle de La Lastra unos 45 minutos después. Fernando atravesó sus 230 metros hasta llegar a las verjas de acceso a la calle del Paseo, que se mantienen cerradas durante la noche. Desde allí reclamó a gritos el auxilio de los vecinos, mientras no paraba de pronunciar el nombre de su hermano. Varios vecinos se personaron al instante y le proporcionaron mantas y ropas de abrigo. De manera paralela, a las seis menos cuarto de la madrugada, dieron aviso a los servicios de emergencia.

Los agentes de la Policía Local fueron los primeros en llegar. Tras abrir las puertas del túnel, prestaron los primeros auxilios al herido, que presentaba síntomas de hipotermia, al que dejaron en manos de los efectivos del 061 para su traslado al Hospital Comarcal de Laredo. Se da la circunstancia de que el superviviente ya vivió un lance similar en enero de 2020. En aquel entonces, el episodio tuvo lugar junto al Puntal de Laredo, cuando la embarcación que ocupaba junto a su primo José Luis Muela Revilla, de 41 años, quedó a merced de las olas tras otro golpe de mar. Mientras Fernando logró ponerse a salvo, su primo falleció y su cuerpo fue localizado en las Marismas de Santoña, a la altura de Bárcena de Cicero.

Los agentes de la Policía Local se desplazaron junto a varios ciudadanos hasta la boca opuesta del túnel. Allí, aprovechando que aún había marea baja, recorrieron a pie toda la zona de rocas del puerto de la Soledad hasta los pies del actual muro norte, con la esperanza de encontrar al desaparecido. Al mismo tiempo, agentes de la Guardia Civil procedieron a inspeccionar el tramo que va desde el mirador hacia la zona de El Aila, en dirección a Liendo.

La embarcación, que inicialmente quedó varada en mitad de la ensenada, fue revisada por efectivos de la Cruz Roja del Mar, cuyos buzos se lanzaron al agua en varias ocasiones para descartar la presencia del desaparecido atrapado en algún escollo del lugar. Todo ello en unas condiciones de luz nulas, en las que sólo la luz de un potente foco del helicóptero del 112 brindó más visibilidad. En el lugar también se personaron miembros de Protección Civil y Bomberos del 112. Completaron el operativo efectivos de Salvamento Marítimo, con agentes de Pesca de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Las búsqueda se prolongó durante toda la jornada por tierra, mar y aire, con la presencia de hasta tres helicópteros -del 112, de Salvamento Marítimo y de la Guardia Civil- que se fueron relevando en el operativo.

La alcaldesa de Laredo, Rosario Losa, quiso seguir a pie del mirador las labores de rastreo, junto al concejal de Seguridad Ciudadana, Juanjo Revuelta. La embarcación fue arrastrada en dirección Este hasta la zona de el Aila, donde definitivamente quedó hundida.