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ABEL VERANO
Laredo.
Domingo, 14 de octubre 2018, 07:37
Los grupos municipales de la oposición en el Ayuntamiento de Laredo han manifestado su descontento con el resultado de las obras de rehabilitación del antiguo consistorio, una actuación que ha finalizado hace dos semanas y que ha sufrido variaciones, tanto en el plazo de ejecución (inicialmente eran nueve meses pero se ha demorado dos más), como a nivel presupuestario (los 290.130 euros de adjudicación se han incrementado un 15%).
Durante la última sesión plenaria, tanto IU como SSPL y el PP mostraron su malestar por los resultados de esta actuación y pidieron todo tipo de explicaciones al alcalde socialista, Juan Ramón López Visitación.
«La reforma del antiguo Ayuntamiento es una auténtica basura, en cuanto al material y la técnica constructiva», aseveró el portavoz del PP, Alejandro Liz, preocupado por saber «qué persona del Ayuntamiento está pendiente de cómo se está ejecutando la obra». «Es normal que se contrate a una empresa externa para este tipo de obras, pero siempre la responsabilidad y el sentido común dice que alguien del Ayuntamiento, un técnico, tiene que estar pendiente de que esa empresa esté llevando a cabo el proyecto conforme a lo que se determina en el proyecto».
Los populares pejinos preguntaron al alcalde por el destino del edificio, una vez finalizada la reforma. «Está muy bien reformar, pero tendrá que tener un destino». Liz relató en el Pleno que había comprobado el estado de las obras por dentro del interior del edificio y, para su sorpresa, «no sólo faltaba la balaustrada de madera de nogal que había antiguamente y que ha sido sustituida por una de pino vulgar, sino que el suelo de lo que era la Alcaldía, de madera con unos clavos de bronce y que había sido respetado en anteriores reformas, ha sido sustituido por un parqué flotante de plástico». «Usted me garantizó que ese espacio no se iba a tocar», reprochó al alcalde.
Desde Sí Se Puede Laredo, la portavoz, Carmen García, aseguró que, según el proyecto, «debía cambiar completamente el interior del edificio porque cambia su uso, pero debe respetarse el exterior, según el Plan Especial de la Puebla Vieja». «No hemos visto el interior, pero en el exterior hay actuaciones que no cumplen con tal obligación. El techo del soportal que mira al sur ha bajado respecto al que tenía, con lo que llega prácticamente hasta el borde la clave del arco. Y en el soportal oriental, el que da a la Plaza de la Constitución, han desaparecido la vigas de madera o imitaban madera, que consideramos que podían respetarse, aunque fuesen pintadas de alguna manera». García reprochó, además, que se haya puesto junto al pilar que hace de esquina, el lugar más visible, una conducción de PVC para el cableado eléctrico. «Pensamos que se podía haber buscado una solución más respetuosa con el edificio, teniendo en cuenta que aprobamos una moción para quitar todos los elementos espurios de esa fachada».
Por su parte, la edil de IU, Loli Martín, recordó al alcalde que «es un deber cuidar, reservar y reutilizar elementos de la arquitectura municipal que, aunque haya que quitarlos en un determinado momento por obras, si están en condiciones de volver a ser utilizados por su estado, buenas condiciones o formar parte importante del edificio, no se cambie por otro nuevo. ¿Qué utilidad le van a dar la balaustrada interior? ¿Por qué se ha cambiado?».
Ante estas cuestiones, el alcalde aseguró que se ha solicitado un informe al director de obra para que detalle cómo se está ejecutando la obra, «puesto que se pide cómo se va a terminar y los ajustes que ha habido que hacer, puesto que hablamos de un edificio cerrado desde hace más de diez años».
El arquitecto Agustín Lavín, director de obra y redactor del proyecto de reforma del antiguo Ayuntamiento, anuncia que la obra finalizó «hace quince días», y que las causas del retraso tienen que ver con variaciones que ha sufrido el proyecto, «teniendo en cuenta que no hablamos de una obra nueva, en la que ya tienes controlado todo, sino de una reforma en la que no sabes lo que te vas a encontrar». En este sentido, Lavín hizo referencia a la balaustrada. «Se ha tenido que sustituir por otra, que hemos intentado que sea muy similar a la antigua, que era irrecuperable». Lo mismo ha ocurrido con el suelo de la Alcaldía. «Al retirar la madera con esos clavos encima, se destrozó. El alcalde nos indicó que había que conservar dicho suelo, pero fue imposible. Además, ese espacio está destinado a uso expositivo, con lo que de haberlo dejado quedaría un pegote.
El director de obra, que dice que ha mantenido conversaciones con Amigos del Patrimonio –que ya se quejaron del resultado de las obras hace meses– señala que, a medida que han ido ejecutando los trabajos, se han encontrado con «distintos problemas». «El forjado ligero que íbamos a utilizar lo hemos tenido que sustituir por uno de hormigón». Estos inconvenientes han hecho que aumente el presupuesto de la obra en un 15% y han impedido llevar a cabo alguna actuación. «El presupuesto no daba y la fachada no se ha tocado», comenta el arquitecto.
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