Un tormentoso desembarco de Carlos V

La arribada, prevista a las 20.30 horas al Palenque de la playa Salvé, se retrasó hasta casi las 21.00 horas pero discurrió, al menos inicialmente, sobre lo previsto y ante la atenta mirada de las cientos de personas acomodadas en las gradas húmedas del arenal. No había tanto público como en otras ocasiones debido a la lluvia, pero parecía que el cielo había dado una tregua. Así, las diferentes agrupaciones, bandas y actores desfilaron por las calles más céntricas de Laredo hasta entrar en el Palenque y fueron llenando las gradas y animando el ambiente. Poco después llegaba el emperador y su séquito y desembarcaban con honores, aunque de repente el cielo tembló y descargó toda su fuerza en forma de lluvia torrencial. Carlos V no tuvo más remedio que acelerar el paso y refugiarse en el palco de autoridades, donde se encontraba el equipo de gobierno pejino, la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, y la consejera de Cultura, Eva Guillermina Fernández.

Carlos V bajo un aguaceroVer 15 fotos

Allí, mientras, la organización recibía al monarca y se agilizaban los actos. El alcalde, Miguel González, se levantaba y hablaba con el presentador del evento para que acelerase la recreación y las ofrendas, mientras que parte del público se apresuraba para salir de las gradas por el intenso chaparrón, tras lo cual el Sire salía ya paraguas en mano hacia la cena en su honor.

Pese a la mala suerte con la adversa climatología, los festejos continuaron, también el espectáculo de fuegos artificiales en honor al emperador posterior al desembarco. También se retomó el desfile imperial cuando amainó el tiempo.

En la recreación participaron cientos de actores y figurantes conformando el séquito que portó la silla imperial por el recorrido de las calles más céntricas de la localidad pesquera. El desfile finalizó al llegar al aparcamiento de la calle Comandante Villar, donde tuvo lugar la tradicional cena de época, que este año cambió su ubicación habitual.

El programa de la fiesta arrancó el jueves y se extenderá hasta el domingo, con desfiles, torneos de época, espectáculos pirotécnicos, un mercado renacentista, actividades y atracciones para los niños, además de talleres de artesanía, expositores, degustaciones gastronómicas y espacios culturales y artísticos.

Este sábado, las emociones seguirán a flor de piel. Las reinas María de Hungría y Leonor de Francia arribarán a la villa para sumarse al séquito encargado de agasajar a su hermano, el emperador recién abdicado. El Palenque será el punto de encuentro familiar, con miles de personas como testigos. La cita está fijada a las 20.45 horas. En honor de tan ilustres huéspedes se librará un Gran Torneo de Época. A su término, un nuevo desfile recorrerá las calles laredanas, a la espera del espectáculo de fuego nocturno, previsto a las 22.30 horas en la Alameda Miramar.